Mariano, o el principal partido del Centro-Derecha español es como debe ser o acabará siendo lo que no debe ser.
"De la facilidad con que pude actuar en el Parlamento han deducido muchos que soy un parlamentarista decidido y contumaz. ¡Qué poco me conocen los que tal dicen! Quienes me veían asistir con ininterrumpida asiduidad a las tareas de la Cámara, intervenir en los debates, promover incidentes, interpelar a los ministros y provocar tumultos no hubieran comprendido la violencia inmensa, la repugnancia casi física que me causaba actuar en un medio cuyos defectos se me revelaban tan palpables. Mi formación doctrinal, mis antecedentes familiares, mi sensibilidad se rebelaban a diario contra el sistema en que me veía obligado a actuar".
¿Rajoy o Gil Robles?
¿Rajoy o Gil Robles?
2 comentarios:
Joé la CEDA... Ahora firmaba yo que el Gran Traidor en grado 33 Mariano tuviera la décima parte de principios que la CEDA.
La CEDA no transigiría ni el 10% con los sepratistas de lo que hace Mariano y su corte de chupópteros. Hasta Esperanza Aguirre se ha portado finalmente como mandan los cánones de lo políticamente correcto.
Estos, a diferencia de los de la CEDA, viven del cuento de la política.
Gil Robles era un gran parlamentario (Rajoy también lo es) y muy duro en sus intervenciones (Rajoy lo ha sido en muchas ocasiones). Del mismo modo, en la derecha agraria había grandes políticos e intelectuales liberal-conservadores. Y católicos nada meapilas. Pero lo cierto es que todos ellos fueron incapaces de articular la derecha en torno a un partido unificado y con las ideas claras, y en eso el PP se parece cada vez más a la CEDA, que tuvo su parte de responsabilidad en el fracaso de la IIª República, como lo tiene el PP en el devenir del régimen del 78.
Aguirre ha hecho lo único que podía hacer. Si Rajoy hubiera mantenido lo primero que dijo, que cada comunidad popular defendiera sus intereses, y no dado la orden de abstenerse, sin duda habría votado en contra. Ir contra la disciplina de partido era una mala opción personal.
Yo creo tan erróneo dar libertad a los barones (que lleva a la fragmentación cedista del PP) como ordenar la abstención (que lleva a la falta de claridad de ideas, igualmente cedista). Genova debió ordenar el voto en contra, tal y como señala Aguirre en la entrevista de hoy en El Mundo.
Publicar un comentario