Nadie con dos dedos de frente puede creerse, a estas alturas, que Gallardón pase por un político liberal o siquiera esté seducido por ideas liberales, pero siempre es interesante profundizar en la psicología de los personajes públicos, sobre todo si las conclusiones son tan convincentes.
Hay otras cosas igual de criticables y censurables en la entrevista y que oscilan entre lo ridículo, lo impresentable y lo moralmente abyecto (vamos, en su linea desde hace mucho), y que me niego a comentar, para no fastidiar más a mis lectores con este sujeto.
1 comentario:
Pero hay que reconocer que es un socialista mucho más presentable que Zapatero.
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