¡Visualización óptima de este blog con una resolución de pantalla de 1280 x 1024!

Páginas

LA FRASE

"Los españoles pertenecemos a la categoría de colectivos a los que tradicional e históricamente preocupó mucho más la diferencia de clases y la injusticia socialque las libertades individuales.

Se perdona mal a los ricos y empresarios la ostentación y el agravio, mientras que los funcionarios públicos pueden difundir secretos, realizar escuchas, propagar infamias y otras mil maneras pergeñadas para el abuso del poder."

UN TOQUE LIBERAL

viernes, marzo 31, 2006

La ciudadania española ante la tregua de ETA y la perversión del lenguaje político.

Dedicado a mi amigo Manuel, un hombre
con una increíble capacidad de conversación.


La ciudadania y los políticos ante la tregua de ETA.

Aprovechándose de que gran parte de la sociedad española sigue sin enterarse “de la misa la mitad” nos la quieren meter otra vez (¿Cuántas van?) El fenómeno, sin duda, será estudiado por las generaciones futuras dentro del marco más amplio que es la evolución política y moral de la especia humana. Sus consecuencias a día de hoy, apenas evidentes, son, en todo caso, nefastas.

La ciudadanía, concepto tan en boca de políticos e intelectuales de todo signo, se halla en un estado de confusión permanente. Emitir un juicio sobre las grandes cuestiones a las que se enfrenta una comunidad política reclama espíritu crítico, y no juicios de opinión partidistas y pasionales. ¿Quién nos engaña? Casi todos los principales actores de la vida publica. Pero la responsabilidad no es solo suya, también es nuestra. Hemos ido dejando cada vez mas y mas decisiones trascendentales en manos de personas que son unas irresponsables, aficionados por igual a la gresca parlamentaria y a los discursos vacíos. La incógnita, ¿Esta el ciudadano de a pie preparado para adoptar esa postura critica e independiente?, ¿serviría esto para algo?, ¿quiere hacerlo? A lo mejor me llevo una sorpresa, pero no me afeen el poco optimismo, no es solo mi pesimismo antropológico, son las largas dosis de realismo y la constatación de la perdida de sentido común y compromiso moral de gran parte de esa ciudadanía la que me llevan a ser escéptico.

Hablo del “alto el fuego permanente” decretado por la ETA el pasado miércoles. En estos días se han sucedido declaraciones, opiniones, encuestas, multitud de datos, algunos contradictorios, y, sobre todo, mucha especulación de salón. Al igual que los científicos victorianos, aun hay quien cree que se puede llegar a la luna nadando a través de un océano de “éter”. En las sucesivas semanas y meses que dure la pantomima del alto el fuego dedicare varias anotaciones donde analizar los aspectos mas relevantes del “proceso” abierto por ETA, su contexto y consecuencias. Empecemos con una repaso general.

1er asalto: Alto el fuego o tregua.

¿Tregua o alto el fuego? Esa es la pregunta mas repetida ¿significan lo mismo?, ¿pueden extraerse las mismas consecuencias de una y otra? La ETA acostumbra a utilizar una terminología seudo-militar en sus comunicados. Si somos consecuentes con el significado de las expresiones, un “alto el fuego” (o “cese de las acciones armadas”) tiene como finalidad que el enemigo reflexione sobre la situación de la batalla, recoja a sus muertos y piense en la capitulación. En las “treguas”, por otro lado, quien la decreta, esta buscando una salida negociada que pudiera beneficiar a ambas partes, tanto la vencedora (le ahorra mas sufrimientos y gastos) como a la perdedora (evitar la aniquilación total). Por donde tira ETA es especular, por de pronto el cambio de lenguaje sorprende, puede que se deba al hecho de que la palabra “tregua” se asocia fácilmente con la el sustantivo adjetivizado “trampa”, en relación a anteriores experiencias, lo cual no conviene a los intereses terroristas. En el 98 ya vimos como aprovecho la tregua para reorganizarse y rearmarse. Como entonces, hoy, la ETA sigue cobrando el impuesto revolucionario y robando armas, matriculas y explosivos. Frente a la percepción popular sobre la debilidad de ETA, el Consejero de Interior vasco anunciaba recientemente que esta habría reconstruido su estructura, añadiremos que los informes de las Fuerzas de Seguridad y el CNI apuntan a que ahora sus comandos funcionan según el sistema de células independientes, copiado del terrorismo islámico.

El actual comunicado desprende un tufo considerable a concesión de la banda a la sociedad española. “Oigan, vamos a parar de disparar, recojan los cadáveres y mientras piensen si se van rindiendo”. Como entonces, hoy, ETA sigue pidiendo algo a cambio de dejar de matar. La respuesta del gobierno del Partido Popular en 1998 fue el rechazo a negociar autodeterminación alguna, y, como empezó, se acabo la cosa, la ETA volvió a matar. Así que de novedad nada, volvemos al mismo punto que en las otras tantas (¿4, 9, 11?) treguas, de mayor o menor intensidad, que ETA ha declarado en su historia, cada una con sus particularidades temporales, pero perfectamente trasladables en sus consecuencias a la situación actual. Poner en un brete o dilema al gobierno, las instituciones y la democracia misma.

No solo no hay novedad, sino que estamos ante un gran paso atrás. ¿Que habremos hecho los españoles para que ETA este tan ilusionada con los “procesos democráticos” abiertos o en vías de apertura? Que, quienes están dispuestos a amenazar, secuestrar y matar para conseguir un fin político, decida modificar su estrategia debería ser motivo para el análisis profundo de las circunstancias que provocaron este cambio, mucho mas que para el optimismo. Remarquemos esto de que ETA abandona la estrategia, no el fin. Después de 40 años (30 bajo la democracia) y mas de 900 muertos, de golpe y porrazo, ETA ha encontrado por fin en la democracia española lo que tanto andaba y se le negaba, un cauce para conseguir sus fines políticos. Esto, y no otra cosa, evidencia el comunicado del miércoles pasado. Ni debilidad de la organización, ni fortaleza del Estado, ni altura de miras. Todo falso. ETA esta, en lo político, mas fuerte que nunca, sobre todo tras los acontecimientos de los dos últimos años.

2º asalto: el proceso en manos de ETA.

No es hasta la llegada al poder de José Luís Rodríguez Zapatero cuando el orden natural, que la iniciativa negociadora partiese de ETA, se altera. Por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, un parlamento de un estado democrático occidental votaba y aprobada una resolución cuyo destinatario era una banda criminal. Se imaginan al Senado norteamericano emitiendo un comunicado dirigido a la red terrorista de Al Qaeda para negociar? ¿Que opinión tendrían sus ciudadanos de esto?

Estos dos años que han transcurrido hasta el alto el fuego han estado plagados de gestos el Gobierno hacia el mundo de Batasuna, que solo se han detenido ante un Poder judicial, que no esta dispuesto a perder todo su orgullo haciéndole en juego al gobierno en esto. En la estrategia del gobierno socialista es donde se inscribe la maniobra de ETA, sea cual sea el resultado, alli estará la responsabilidad de lo que ocurra.

3er asalto: conflicto y negociación.

Pero, ¿se puede negociar con una organización criminal? ¿Se puede esperar de una banda terrorista (¡¡terrorista!!) algún acuerdo positivo para la sociedad? Entre las primeras cosas que evidencian la decadencia de un pueblo esta el uso que se hace del lenguaje, sobre todo cuando se introducen en el debate político palabras que en nada describen la realidad. Al mencionar “alto el fuego”, “tregua”, alguien que no conozca la realidad de lo que ocurre en el País Vasco pensaría que existe un enfrentamiento civil e institucional, nada más incierto. El acoso y el enfrentamiento continuo se promueven en exclusiva, desde las filas nacionalistas, de las que ETA es solo el representante violento. La única, respuesta que recibe, a cambio, es la aplicación de las leyes (y a veces ni eso). Durante casi 30 años de Constitución democrática, se ha adoctrinado en el nacionalismo étnico, se ha apoyado la segregación social, se ha pactado la independencia con el terrorismo, se le ha financiado a él y su entorno, todo ello desde las instituciones publicas autonómicas, sin que nadie haya aplicado un articulo de la Constitución que votaron mayoritariamente los españoles, para devolver las competencias al gobierno central. De guerra nada, respuesta legitima, incluso timorata, por parte del Estado de derecho. El único conflicto existente es el que sufrimos los ciudadanos de a pie al tener que soportar de forma continua y permanente al nacionalismo vasco y sus disparatadas y totalitarias reivindicaciones.Otra perversión en el uso del lenguaje lo experimenta la palabra “negociación”.

Esta palabra, que en el ámbito comercial cuenta con todo el reconocimiento, y que en cualquier ámbito de la vida de las personas representa la necesidad llegar a acuerdos en que las partes implicadas salgan mutuamente beneficiadas, no puede ser trasladada a las conversaciones con una banda criminal sin evidenciar, otra vez, una grave debilidad moral. El estado cuando negocia con el criminal lo que gana por un lado lo pierde por el otro. La finalización de la actuación criminal por este medio supone siempre una derrota del Estado de derecho, incapaz de solucionar el problema de seguridad de los ciudadanos (la única razón que realmente lo justifica). Sumemos que no esta claro si se va “negociar” algo más que la rendición y el resultado puede ser catastrófico, solo la habitual falta de visión de las masas puede ignorar este hecho.

La “serpiente” nos dice que deja de morder, que podemos despreocuparnos de su veneno. Para los que nos hemos criado en el medio urbano, no es fácil determinar que es más peligroso. Si el “ofidio” o el hacha en que se “encarama”. Las hachas son certeras y rápidas, tras un rosario de cadáveres, la negociación puede ser el descabezamiento final de la nación, hecho del que nunca se recuperaría. Mientras que para las serpientes, pueden usarse antídotos, para los desprendimientos de cabeza no hay más cura que la del alma, oración mediante. Si con el alto el fuego es el hacha la que se detiene y la serpiente, mas sutil, que envenena poco a poco como esas “viudas negras” de las novelas policíacas, la que toma el relevo, estaremos ante el lento declinar de la democracia. Escojan la metáfora que mas crean se ajuste a la realidad. Hacha o serpiente, siempre ganan los mismos, porque ni de una ni de otra podemos esperar otra cosa que “muerte”, real o metafórica.

4º Asalto: La Paz.

La paz es tal vez una de las palabras mas repetidas de todos los tiempos, todo el mundo quiera la paz, quien va a querer la guerra. Pero la cuestión no es como evitar la guerra, esto lo sabia Churchill, la guerra generalmente llega cuando menos se lo espera uno. Lo complicado es conseguir la Paz y para eso a veces es necesario recorrer los caminos tortuosos de la guerra antes de hallar la paz.

La paz es el estado menos presente en la historia humana. Hoy por lo visto hay mucha gente convencida de que el alto el fuego de la ETA puede traer la paz. Pero ¿qué Paz?, ¿a que precio? No hay paz sin justicia, sin que cada uno reciba lo que merece, sea bueno o malo, de acuerdo a sus responsabilidades. ¿Esta dispuesta la ETA a aceptar esto, a someterse al escrutinio de la Justicia? Yo me inclino por pensar que busca todo lo contrario.

lunes, marzo 13, 2006

Aniversario del 11-M y victimas de la UAM

BlockquoteSirva el triste aniversario para los fines que la conciencia impone o dispone. Honrar a los muertos va de suyo. Y a los heridos, y a las familias de los unos y los otros. Honra a la que ya repelen las voces impostadas, el compromiso de un minuto de silencio, dos años de desentendimiento y una vida de olvido”

Escribe estas líneas Juan Carlos Girauta en Libertad Digital, y algo más sobre la “Utilidad de los aniversarios”. Una idea extraigo del texto y es que un aniversario pone a cada uno en su sitio. Lo mismo para el novio que se olvida de recordar la fecha de la primera cita con su pareja, como para el político que se compromete con la verdad y la justicia. No se si fue Rodríguez Zapatero o Rubalcaba quien dijo a comienzos de la legislatura que se sabría todo sobre el 11-M. Después de 2 años, una Comisión Parlamentaria y una instrucción cuanto menos errática, no tenemos ni puñetera idea de lo que paso, aunque si de lo que no paso: que Al Qaeda atentase contra España y el gobierno de Aznar por su apoyo al derrocamiento de Sadam Hussein. Poco le queda por intentar al actual Gobierno para desviar la atención del asesinato de 190 ciudadanos entre españoles e inmigrantes. Tal vez lo siguiente sea que Zapatero en aplicación práctica de la Alianza de Civilizaciones proponga a Naciones Unidas el Día Internacional del 11-M, ya se sabe que cada vez que la ONU dedica un día (o un año) a algún problema se reducen considerablemente las posibilidades de solucionarlo. Reconozco que el tema no incita a hacer muchas bromas, así que iré al grano con lo que quiero decir en mi homenaje a las victimas (que no son solo aquellos que iban en los trenes y sus familiares, sino todos los españoles).Es el IIº Aniversario de la masacre y me pregunto a que farsa asistiré este año en mi Universidad. Desconozco si se ha planeado algo, como mucho, espero las mismas declaraciones repletas de buenísimo del año pasado y la suelta de algún globo (no termino de emocionarme con la metáfora). Y a lo mejor espero mucho, lo digo por que, a día de hoy lunes 13, en mi correo institucional (el de la UAM) solo se ha recibido un escueto mensaje del Rectorado que termina así:

BlockquoteEn nombre de la comunidad universitaria, ratificamos nuestra condena de los actos terroristas, de todos los terrorismos y de todas las formas de violencia, y nos pronunciamos a favor de los procesos de paz y del respeto a la pluralidad de modos de ser y de concebir los valores de la sociedad, siempre en vinculación y defensa de los derechos humanos. Un abrazo: Ángel Gabilondo".

No se informe de acto alguno, como si se hizo con el homenaje a Carrillo (deplorable espectáculo con enfrentamiento entre rojos y fachas incluido) y el aniversario del asesinato de Francisco Tomas y Valiente (rastreramente politizado) y con concentración incluida. Ni el boletín informativo ni el programa institucional recogen mención alguna al aniversario del peor atentado sufrido por nuestro país, eso si, a Savater lo hacen Doctor Honoris Causa el día 14 (que no me parece mal a pesar de la caña que le he dado en los últimos tiempos). Cuanto menos curiosas algunas de las afirmaciones (las que he subrayado) del "hermanisimo". Evidentemente, no puedo compartir este comunicado sin reservas. La lenta difuminación del recuerdo de los atentados se traduce en las descafeinadas celebraciones institucionales. Y en este caso aun más. Y todo esto tan solo 2 años después de los atentados. Quisiera ser muy claro. Ya esta tardando la construcción de un monumento especialmente dedicado a las tres victimas que “aporto” esta pequeña comunidad universitaria. Cualquier otra cosa es superflua. No me hago ilusiones después de este clamoroso silencio institucional. A estas alturas puede que pocos se acuerden de los tres asesinados. Para quien interese estos eran sus nombres y unos cuantos datos:

Sara Encinas Aguado era estudiante, como yo, de la Facultad de Derecho, pero no recuerdo haber tenido el mínimo contacto con su ella. No se me puede acusar de estar personalmente implicado, lo cual no quita para que siga pareciéndome necesario hacer algún tipo de gesto que (con el consentimiento de su familia) hiciera justicia al drama al que pudieron enfrentarse y de hecho se enfrentaron muchas mas familias de estudiantes aquel día.

John Jairo Ramírez Bedoya, trabajador en servicio de contrata, de aquellos que hacen que la UAM funcione cada mañana para alumnos y profesores, aunque la mayoría no repare en ellos. Su condición de inmigrante retrata uno de los aspectos más dramáticos de los atentados, la diversidad de origen de las victimas que es el reflejo de la moderna sociedad española, mucho más tolerante y abierta de lo que comúnmente se afirma.

Alberto Arenas Barroso, alumno de cuarto curso de Gestión Aeronáutica. También un desconocido para mí.

En mi opinión hace tiempo que la universidad publica española (a pesar de muchos de sus profesionales) ha perdido el rumbo de la sociedad que dice ayudar a construir. Su futuro pasa, como en casi todo, porque la iniciativa privada asuma el papel que le corresponde en una sociedad libre, también en la enseñanza superior. Mientras tanto conmemoremos este IIº Aniversario, los que aun queramos hacerlo.

domingo, marzo 12, 2006

El PP se equivoca con RTVE

Que el PP no se entera de casi nada es ya una vieja costumbre del partido que aglutina a la derecha española. Durante 8 años puso en jaque a ETA y saneo la economía española para que esta se empapara del capitalismo popular (popular no por ser del PP, sino por sus efectos para todas las clases sociales), sin embargo, las cloacas del Estado, y eso se ve con los negrísimos agujeros del 11-M, quedaron tal cual, en suspenso, en el limbo, esperando para emerger de nuevo con su podredumbre. El reforzamiento del Estado derecho se quedo en lo simbólico, pero fue poco firme en lo practico.

Uno de los capítulos de reforma que se quedaron en el tintero tiene como eje central todo lo que tiene que ver con los medios de comunicación, y en especial la Radio Televisión Española (RTVE), con unas deudas mil millonarias que no hacen mas que crecer cada año. Personalmente la suprimiría, pero si la RTVE puede cumplir con alguna función de servicio a los ciudadanos esta claro que en las actuales circunstancias no, y constituye un lastre para el erario público (que si tiene un dueño, los españoles) insostenible.

De la mano de Carmen Caffarel, directora del ente público, el Gobierno del PSOE ha elaborado un
plan de saneamiento que incluye la reducción drástica de la plantilla (casi un 40%). Todo el que tenga un conocido en la Televisión Publica sabe que hay gente que va a fichar cada mañana para sentarse en los pasillos sin hacer nada en todo el día, porque no hay nada que hacer. La plantilla esta saturada, y que la mayoria de programas se encargan a productoras privadas con sus propios profesionales. Además, el compadreo político que es un habito que se remonta ya a varias décadas sigue sobre la mesa. Como todo lo que sale del actual Gobierno, habrá que cogerlo con alfileres, la trampa puede aparecer por cualquier lado, por ejemplo la posibilidad de que RADIO 4 acabase en manos de la Generalitat, en un nuevo episodio de renacionalizacion de las empresas públicas, esta vez en beneficio del sector publico catalán. Aunque parce que el tripartito, con razon, no quiere hacerse cargo de la "patata caliente"

Si hay un momento mejor para un proyecto de este tipo es ahora con la llegada la ampliación de canales que conlleva la Televisión Digital y que tan irresponsablemente ha retrasado el Gobierno socialista al autorizar el cambio de la licencia de CANAL+. Los buenos profesionales no deberían tardar en encontrar hueco en otras emisoras, mientras que los “profesionales de partido” deberían acabar en la calle (con jugosas ayudas publicas, eso no lo duden), que es donde tienen que estar.

El PP tiene que sumarse a la iniciativa y vigilar su desarrollo. Si se empeña en defender el actual modelo buscando réditos electorales, o de cualquier otro tipo, estará errando. Durante la Convención a la americana de hace dos fines de semana nos dio a entender que el PP asumía un ideario y una practica política liberal-conservadora. Pues en esto, esta tardando.

Hernando y el Congreso

Son múltiples y variadas las opiniones que despierta la negativa a comparecer en el Congreso del Magistrado Francisco José Hernando (no confundir con el Coronel Hernando de la Policía Nacional, este si ha de explicar muchas cosas sobre el 11-M), presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para explicar la reciente decisión del Tribunal Supremo en relación a la interpretación de la legislación penal y penitenciaria que se aplica a los presos de ETA. Aparcando el análisis jurídico de la decisión del Supremo, los efectos prácticos de la misma han sido retrasar la excarcelación de los etarras con delitos de sangre. Tal hecho parece no haber gustado al Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, el cual a través del grupo parlamentario socialista y su portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba solicito la citada comparecencia de Hernando. El trasfondo del conflicto entre Hernando y el PSOE esta en la política antiterrorista del gobierno socialista. Es ahí y no en otro sitio donde hay que buscar las respuestas.

En un régimen democrático el Parlamento es el centro de la vida del Estado, es su corazón y, por tanto, el freno a la Suprema Razón en que se refugia la burocracia estatal. El Parlamento, a la vez, ostenta la mayor legitimidad de origen de entre los tres poderes del Estado, y la del Ejecutivo y el Judicial lo es por derivación de aquel. Las relaciones entre Parlamento y Gobierno son conocidas. El segundo debe gozar de confianza del primero o cesar en sus funciones, a la espera de que se nombre un nuevo ejecutivo. El Poder Judicial, en cambio, mantiene una mayor independencia respecto del Parlamento, solo a través de los nombramientos de los miembros del CGPJ, el Tercer Poder, recibe cierta legitimidad democrática. Otro tanto, el único límite a sus funciones proviene de las leyes y no de la opinión pública. El Parlamento y el Ejecutivo se renuevan cada 4 años, pero el Poder judicial y sus componentes gozan de una estabilidad y permanencia en sus puestos que trasciende a la voluntad popular. Y ha de ser así para la pervivencia del Estado de Derecho. Atendido esto, también esta claro que el Parlamento es el sitio donde se supervisa y censura, con luz y taquígrafos, la actuación de los responsables públicos. Nadie negará la procedencia que pudiera tener que el representante del Poder Judicial, como cualquier otro miembro del aparato del Estado, acuda a expresarse al recinto de la soberanía nacional. En cualquier país de nuestro entorno esto seria algo de lo más normal, pero hace tiempo que en España nada lo es.

Las razones que mueven al PSOE de Rubalcaba ha pedir la comparecencia de Hernando no son las necesarias funciones de publicidad y control de los cargos públicos en una sociedad democrática (pensada mas bien para los miembros del Ejecutivo), sino una mas abyecta, conseguir sacar al máximo representante del Poder Judicial de su ámbito de actuación y acercarlo a la arena política, en ultima instancia situándolo al lado del Partido Popular y su intereses electorales. Para que ello sea posible es necesario escenificar el enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo (con el amparo de la mayoría parlamentaria) y Judicial, con la polémica sobre la lucha antiterrorista de fondo. Las consecuencias de un enfrentamiento de este tipo son importantes en una democracia. Para no dañar a largo plazo las instituciones, el presidente del CGPJ se vería en la situación de presentar, inmediatamente, su dimisión. Esa y no otra era la estrategia de los socialistas, sabiéndose amparados por la legitimidad democrática que impide que no sea otra que la opinión publica a través de la elecciones la que los remueva del sitio. Hernando tenia, pues todas las de perder.

El enfado del PSOE es mayúsculo, y se ha traducido en graves acusaciones al, también, Presidente del Tribunal Supremo. De entre las dos decisiones posibles para Hernando, una, mas popular y rentable a corto plazo, que era acudir para decirle al gobierno lo que opina de su política antiterrorista, y dos, la mas institucional y profesional, no acudir y así salvaguardar la independencia del Poder Judicial, Hernando ha elegido la mas inteligente (aunque tal vez se haya movido mas por su orgullo personal, herido en demasiadas ocasiones) al evitar que se reprodujese en el Parlamento lo que no ocurre o debe ocurrir en la realidad judicial. Comparecer le hubiera costado el cargo o como poco la inhabilitación para posteriores procesos judiciales relacionados con el terrorismo.

Creo que Hernando tampoco debió acudir en diciembre del año pasado, a pesar de los insultos contra su persona, que no han cesado hasta el día de hoy. Aunque muchos tengamos la tentación de exigir del Poder Judicial una mayor combatividad hacia el Gobierno, su campo de actuación son los tribunales, no el hemiciclo. Sacar a los jueces del ámbito del derecho para meterlos en el ámbito político es un error de procedimiento en democracia y acaba perjudicando al sistema más de lo que lo ayuda (el propio Hernando ha sido ejemplo de ello con alguna metedura de pata).

No puede atraerse a las instituciones del Estado a papeles extraconstitucionales (como recuerda el propio comunicado de Hernando), e incluso extranaturales, pues la labor del Poder Judicial no es hacer la oposición política al Gobierno, sino aplicar e interpretar razonadamente la ley, que es lo que ha hecho el Tribunal Supremo. Y eso debería bastar a un Gobierno que se llama a si mismo democrático.