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LA FRASE

"Los españoles pertenecemos a la categoría de colectivos a los que tradicional e históricamente preocupó mucho más la diferencia de clases y la injusticia socialque las libertades individuales.

Se perdona mal a los ricos y empresarios la ostentación y el agravio, mientras que los funcionarios públicos pueden difundir secretos, realizar escuchas, propagar infamias y otras mil maneras pergeñadas para el abuso del poder."

UN TOQUE LIBERAL

lunes, febrero 25, 2008

En defensa de Pizarro

¿Es Manuel Pizarro el diablo? No, pero cualquiera lo diría después de asitir a la retahíla de libelos que circulan estos días contra el numero dos del PP. Es posible que Pizarro no estuviera todo lo brillante que a muchos les gustaría en el cara a cara, pero ¿peor que Solbes? ni de coña. Que el votante de derechas es mas exigente que el de izquierdas con sus representantes políticos es una verdad como un templo, pero de eso al linchamiento del que ha sido objeto el popular por parte de la practica totalidad de los medios de comunicación y bloggers de la derecha (los de izquierda me dan igual) hay un trecho. Y todo después de dar carta de naturaleza a lo que votaran los televidentes de Antena3, un error intelectual mayúsculo. Pero ya insinuar o sentenciar que Pizarro es un fiasco como numero dos, pedir el voto para otro partido político (¿cuál es ese partido más liberal que el PP? ¿Es que de verdad hay que escribir artículos sobre ello?) o la abstención (haya cada cual con su conciencia). Es cuanto menos risible cuando no abiertamente criminal sabiendo lo que hay en juego en las fechas en las que estamos. Y es que se esta haciendo el juego (perdón por la redundancia) sucio al PSOE y a esa parte del PP que esta deseando, irresponsablemente, que Rajoy se la pegue, algo que mi cabeza solo podría llegar a entender y disculpar si fuera debido a la cerrazón ideológica a la que ni los liberales somos inmunes, porque sino es por esto o el personal no se ha enterado de nada o tiene un intereses directo en que el PP pierda votos o saque un mal resultado.

Creo, pues, que se esta confundiendo lo que se vota el 9 de Marzo, el gobierno para los próximos 4 años y no la
Revolución Francesa (las revoluciones no se suelen votar). Cuando uno se expresa públicamente, da su opinión, debe hacerse responsable de las consecuencias de dicha opinión y cargar contra Pizarro de la forma en que se ha hecho, generalizada, totalmente inmoderada y ausente de matices, y permitirlo o aplaudirlo, lo digo así aunque me lluevan tortas como panes, es un error terrible y vergonzante tanto de la derecha en general como de los liberales en particular y que será interpretado por muchos otros (y así ha sido) como una desautorización del personaje, de quien lo nombro (Rajoy) y de la alternativa popular en su conjunto, que además le ha dado munición en mano al Presidente del Gobierno con la que atacar a Rajoy en el debate del Lunes. Claro que este analisis les parecera espúreo a quienes directamente desprecian la democracia, no es mi caso.

Fair Play y programa económico. Y es que en el debate del jueves no hubo elementos que justifiquen semejante postura. Que yo sepa Pizarro no ha dejado de ser liberal (partidario de limitar la intervención del gobierno en la sociedad en la medida de lo posible) ni ha dicho o hecho nada que a mi me haga pensar lo contrario. Sin os fijamos el grueso de las críticas contra Pizarro se basan sobre todo en dos aspectos de su intervención. El primero es la estrategia seguida por este durante el Debate, su fair-play y ausencia de dureza con el contrincante. Pues bien, tal vez sea necesario recordar que el puesto a prueba no era Pizarro sino Solbes. La crisis es real, la palpan los ciudadanos de izquierdas y derechas. El PP ha hecho sus propuestas ¿por qué habría de entrar Pizarro en un intercambio de pareceres sobre la bondad o maldad de estas? ¿Dónde están las del PSOE? Pizarro dijo lo que tenia que decir, describió la realidad, fácilmente observable, y contó su programa, y para que el ciudadano compre el paquete popular la mayor o menor dureza se convierte en un criterio de subjetividad totalmente prescindible. Para mí, el tono y actitud de Pizarro fue el apropiado, más que convincente, por momentos contundente, y no me considero ni más ni menos listo que el español medio al que se dirigió. El fair-play, para mi lo másdestacado de su intervención, desmontó la imagen de ultraderechista y faccioso que tatno el PSOE como los medios de izquierda han vendido del expresidente de ENDESA. Los televidentes pudieron ver a un hombre sencillo y con emociones, humano, alguien con quien cualquiera pueden identificarse y no esa fria e impersonal calculadora de estadísticas que es Solbes.

Lo de las pensiones chilenas. El segundo asunto, que llamaremos “el de las pensiones chilenas” fue una trampa en la que han caído, por igual, cristianos y paganos. El tema lo saco Solbes, no Pizarro, con la clara intención de enfrascarse en la tópica y típica discusión sobre que partido esta de verdad con los trabajadores y los pobres, la maldad intrínseca de una derecha que lo supedita todo al mercado y “bablabla, blablaba”. Pienso que Pizarro hizo bien en no entrar en este debate tramposo, el tema de las pensiones no es fácil, exige muchas matizaciones y pude escapársele al ciudadano medio. Y no era momento de hacer pedagogía política. Tampoco es un asunto central de la campaña, y es un tema que los partidos han acordado tratar en el marco pluripartidista del Pacto de Toledo (como le recordo Pizarro a Solbes). El de Teruel se zafo bien, tan bein que Solbes tuvó que cerrar la boca ante la evidencia, cuando le fueron recordadas las declaraciones de su anterior etapa de Ministro con Felipe Gonzalez, cuando anunció la inminente quiebra del sistema de pensiones y la necesidad de que los ciudadanos suscribieran planes privados complementarios. Es el PSOE y no el PP el que tiene por costumbre meter miedo a los ciudadanos (¡Uh, que viene la derecha!).

No obstante, conviene aclarar el asunto de lo que dijo o no dijo Pizarro en 1994, trabajo que ningún medio se ha molestado en hacer. El 21 de marzo de 1994, EL MUNDO publicaba la siguiente
noticia breve, tan breve que se han visto esquelas mas largas. Medios tan fiables como elplural.com se han encargado de difundirla hoy. Bien, en ella se recogían unas supuestas declaraciones de Pizarro sobre el sistema de pensiones español. Entonces ocupaba el cargo de Vicepresidente en la Bolsa de Madrid, y las declaraciones fueron hechas a una agencia de noticias, SERVIMEDIA. La fidegnisima información constituía pues la versión del intermediario del intermediario. Tras su lectura, podemos constatar varias cosas:

1º) Que en ningún momento se dice que el hoy político popular propusiese la completa privatización del sistema de pensiones, eso lo dice el redactor de la noticia, no dejando claro si se trata de su apreciación personal sobre lo que quiso decir Pizarro o declaraciones literares del mismo. De ahí, su negativa durante el debate a secundar lo que dice la noticia. Es algo perfectamente legitimo y entendible, más que cuando Miguel Sebastian le saco a Gallardón una portada de revista con la foto de una abogada especializada en urbanismo de la que se insinuaba era mas que una conocida suya ¿Desde cuando un político serio va con recortes de periódico? ¿Tan bajo ha caído el listón de la argumentación? 

2º) Lo que si dijo Pizarro, siempre según la noticia de EL MUNDO, es que el modelo chileno ha tenido ciertas ventajas:

“La gente (en Chile) se jubila con pensiones superiores a las que recibiría por el sistema público y no dependen de la evolución de la política”

“El equivalente en España… serían más de 20 billones, con lo que eso supondría para inversiones y financiación de las empresas e infraestructuras”. (En referencia al PIB chileno liberado por la privatización del sistema público).

3º) En la noticia también se recoge otra opinión literal de Pizarro, que la reforma del sistema permitiría que el Estado «concentrara sus esfuerzos en los más necesitados»

Pizarro no tenia porque comentar o explicar esta noticia, en la que por lo demás queda bastante bien. Yo no sé a ciencia cierta qué dijo o dejo de decir Pizarro (si es que dijo algo) en 1994, más allá de lo publicado entonces en EL MUNDO y no he encontrado otras fuentes que pongan la cosa en claro. Pero sí sé que he leído o escuchado en las entrevistas que le han hecho: y es que defiende qeu le Estado mantenga un sistema público con carácter subsidiario, junto a uno privado ¿Podía haber explicado esto? Pues si ¿Era conveniente hacerlo? Tal vez no, peus si no se explica lo suficientemente bien corría el riesgo de volversele en contra ¿Era necesario? En absoluto, no estaba allí para explicar lo que hace 14 años escribió un periodista sobre sus opiniones personales, sino cual es el programa del PP en el año 2008 y contraponerlo al (inexistente) del PSOE de 2008. Y eso hizo.

El peligro que tiene Solbes. Dejando atrás estos aspectos mas polémicos y ya entrando en una valoración mas a fondo de lo que fue el debate entre los responsables de economía del PP y del PSOE, me gustaría señalar los puntos en que uno y otro mostraron la diferencia abismal no solo en cuanto a ideas y programa económico, sino incluso en cuanto a categoría personal, con el único instrumento de análisis de lo que pude observar durante el cara a cara en Antena 3, y que es lo que me hubiera gustado ver reflejado en los medios que habitualmente leo.

Por el lado de Solbes, tenemos que durante cuatro años se ha vendido a la opinión publica una imagen de este hombre como una persona seria, competente (no solvente como a veces se dice, la solvencia es un característica atribuible a una organización económica y no una característica de la personalidad) que rehusa la estridencia y el partidismo. Pues el jueves tuvimos ocasión de ver por primera vez cuanto de juicioso hay en su persona. Esre funcionario de la política, como el mismo se define, se comporto como un político funcionario (del PSOE se entiende), abrazando como nunca la demagogia, la mentira y la incompetencia de quien carece de ideas propias. Pizarro no tenia que responderle ni mas ni mejor porque era innecesario. Solbes demostró lo inútil (y peligroso) que es, no ya por socialdemócrata, sino porque voluntaria o involuntariamente ignora la realidad que le rodea. Entre otras cosas:

- Se invento una versión de la economía española en los tiempos del PP que no se cree nadie ni a derechas ni izquierdas, ni jóvenes (que ahora van en masa al paro), ni viejos (que han visto su poder adquisitivo reducido una tercera parte o más desde que gobierna el PSOE).

- Dijo abiertamente que era partidario de mantener los impuestos altos, y por increíble que parezca no he elido aún un solo titular de periódico o blog de la derecha liberal que se hiciera eco de esta afirmación.

- No realizó ninguna propuesta concreta en ningún momento del debate. Va a hacer nada, ¡NADA! ¿Tiene el PSOE programa económico? Solbes no se hizo responsable de política económica alguna, lo que tiene delito. En vez de un Ministro de Economía parecía un vulgar propagandista de la mentira.

- Se mostró prepotente todo el debate, no hizo un solo gesto o comentario afectuoso a su oponente (algo de lo que si hizo gala Pizarro hasta el ultimo segundo del programa). Su corrección institucional era impropia de un debate electoral, de profesor pedante. Tuvo momentos como el de soltar a micrófono abierto lo siguiente “a los españoles esto no les interesa” al tiempo que seguía consultando sus papeles.

- Toda la argumentación para pedir el voto se circunscribió a pedir a los ciudadanos que tuvieran fe en él, muy apropiado dado el lema de campaña del PSOE (“motivos para creer”).

Por el lado de Pizarro, en cambio, pudimos ver algunas de las mejores cualidades de este, las cuales marcan la diferencia entre ambos políticos:

- El fair-play y la naturalidad con que se expreso.

- Expuso los problemas a que se enfrenta la economía y la sociedad española con claridad, hablo sin estridencias y de forma que cualquier ciudadano entendería, pero sin tratarnos de tontos. En repetidas ocasiones le recordó a Solbes que la opinión de los principales organismos internacionales es que la economía española esta entrenado en recesión y que no esta preparada para afrontar la crisis que viene sin reformas importantes. Dio dos indicadores económicos concretos que el ciudadano de a pie si entiende y puede comprobar por si mismo: la inflación y el paro. El padre de familia que no llega fin de mes y el joven que busca empleo y no lo encuentra no van a ser convencidos por nadie de que la economía va bien.

- Se comprometió a atacar estos problemas de raíz y propuso medidas concretas, cosa que el socialista no hizo. Hablo de bajar los impuestos, racionalizar el gasto publico, de poner en manos de los ciudadanos su dinero y explico que esto y el mantenimiento de políticas asistenciales no son incompatibles. En varias ocasiones hizo ofrecimientos concretos para llegar a acuerdos en cuanto grandes reformas (ofrecimientos a los que el actual Ministro ni se digno en contestar). Pizarro demostró una vez mas que el PP no es el partido de la confrontación, que se niega a pactar y que al PSOE actual lo que le entra por un oído le sale por el otro.

- Dejo bien claro que el PP tiene una política económica y que el PSOE carece de esta.

Mi conclusión. Hechas las oportunas aclaraciones, tal vez pueda mantenerse la opinión de que Pizarro deba mejorar en algunos aspectos menores (¿critica constructiva?) y que el programa del PP no es todo lo liberal en lo económico que quisiéramos (ninguna novedad que fuéramos a descubrir el debate del jueves). En absoluto creo que Pizarro decepcionase, ni que merezca el lincahmeminto a lque se le está sometiendo. El PP es por ahora la mejor y única, alternativa de cara al 9 de Marzo. Quien si decepciono, y mucho; quien merecía una portada demoledora en EL MUNDO; quien debe (debió) ser el centro de los ataques de la Derecha y los medios, es Solbes, no Pizarro.

La obligación de los medios de comunicación y de los comentaristas políticos serios (incluidos los bloggers) es tratar de reflejar la realidad lo mejor posible, ser justos en la valoración de los hechos y no dar pábulo o propagar el eco de falsedades o manipulaciones, vengan de quien vengan. Lo triste es tener la sensación de que esta vez hemos sido nosotros mismo los que nos hemos tirado piedras a nuestro tejado. Mal vamos.

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NOTA: dicen que rectificar es de sabios. Después de tres días de editoriales y columnas de opinión apalizando a Pizarro y Rajoy, EL MUNDO intenta lavar su mala conciencia con una noticia de portada y un editorial. Más vale tarde que nunca, auqneu el mal ya está hecho.