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LA FRASE

"Los españoles pertenecemos a la categoría de colectivos a los que tradicional e históricamente preocupó mucho más la diferencia de clases y la injusticia socialque las libertades individuales.

Se perdona mal a los ricos y empresarios la ostentación y el agravio, mientras que los funcionarios públicos pueden difundir secretos, realizar escuchas, propagar infamias y otras mil maneras pergeñadas para el abuso del poder."

UN TOQUE LIBERAL

sábado, mayo 23, 2009

La que va a armar Tarantino...

"Yo estaba preparado para respetar el rigor histórico, pero luego pensé: mis personajes no saben que están en la Historia. Entonces, ¿podrían ellos cambiar la Historia?. Ellos no existieron porque yo los inventé, pero si hubieran existido, ¡la Historia habría sido distinta!"
Más...

Lo que es yo, estoy deseando verla.

miércoles, mayo 20, 2009

EEUU alerta del antisemitismo en España

Un grupo de congresistas de los EEUU, 10 demócratas y 4 republicanos, han escrito una carta al Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, alertando de lo que creen es un aumento del antisemitismo en España.

En mi opinión no tiene nada de nuevo, el antisemitismo es una tradición arraigada en España desde el “judío=traidor” allá por tiempos de los Reyes Católicos. Yo mismo he podido constatar en numerosas ocasiones los tópicos y prejuicios sobre los judíos que circulan por nuestra sociedad y que los hacen culpables de todos los males del mundo (del cambio climático a la Guerra de Irak, del capitalismo a la relajación de las costumbres, etc). No obstante, este gobierno ha optado la callada por respuesta frente a las continuas manifestaciones de antisemitismo que en los últimos años se han producido en nuestro país, particularmente las provenientes de grupúsculos izquierdistas radicales. También de sus socios nacionalistas en Cataluña. O ante las insultantes viñetas que El País acostumbra a publicar, la mayoría camufladas de críticas a la política del Estado de Israel, y que destilan odio al judío por los cuatro costados, banalización del Holocausto, mofa y chufla de la religión, historia y rasgos personales de los judíos.

Este silencio resulta, no obstante, un fenómeno paradójico. El PSOE es un partido que posee una nutrida base de militantes y simpatizantes judíos. Los judíos españoles, política, social y empresarialmente activos, son mayoritariamente socialistas. El actual Defensor del Pueblo (Enrique Múgica) es un socialista judío, y uno de los pocos socialistas que conoció la oposición al Franquismo, todo sea dicho. Por su parte, Israel es una creación en especial de la izquierda política e intelectual judía, siendo sus héroes nacionales también de idéas socialistas.

El que la izquierda española, en particular el PSOE con Zapatero a la cabeza vacile frente al antisemitismo o lo aliente no solo resulta vergonzoso, es inocherente. Pero que esperar de quien no ha dudado en aliarse con todas las fuerzas reaccionarias habidas y por haber con tal de mantenerse en el poder y llevar a termino su proyecto de transformar la sociedad española, ninguneando al principal partido de la oposición.

El texto de la carta de los congresistas, en español (fuente: LD) (en ingles, en PDF):


Querido Presidente Zapatero,

Como miembros del Congreso de los Estados Unidos que apoyan las relaciones cercanas entre EEUU y España, queremos expresar nuestras preocupaciones acerca del creciente anti-semitismo en España. Como un socio democrático y aliado de los Estados Unidos, creemos firmemente que usted y su gobierno deberían tomar medidas inmediatas para denunciar y combatir el anti-semitismo en España.

Como quizá ya conozca, el Proyecto de Actitudes Globales de 2008 del Centro de Investigación Pew (Pew Research Center) documentó que el sentimiento anti-judío está creciendo en algunos países de Europa, pero que la situación es “particularmente dramática en España, donde las opiniones desfavorables se han más que doblado en los últimos tres años, ascendiendo desde el 21% en 2005 al 46% en la encuesta actual”.

En una encuesta de 2007 dirigida por la Liga Anti Difamación (Anti Defamation League, ADL), el 60 por ciento de los encuestados en España respondieron que los judíos son más leales a Israel que a España, el 53 por ciento de los encuestados creían que los judíos tienen demasiado poder en el mundo de negocios, el 68 por ciento creían que los judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales, y el 46 por ciento respondieron que los judíos todavía hablan demasiado sobre lo que les ocurrió en el Holocausto.

Las encuestas del Pew y la ADL indican un nivel inquietantemente elevado del sentimiento anti-semita, y plantea serias preocupaciones acerca de la seguridad de la comunidad judía en España, quien durante años ha denunciado a las autoridades españolas asuntos desconcertantes, incluyendo incidentes de acoso verbal, vandalismo hacia sinagogas e instituciones de la comunidad judía, y un creciente sentimiento anti-semita en la opinión pública y en eventos públicos como los deportivos.

También estamos profundamente preocupados acerca de la perpetua retórica anti-semita en los medios de comunicación españoles, quienes indudablemente impactan sobre la percepción pública en España y contribuye a la intolerancia y los actos llevados por el odio. Mientras que entendemos que pueden existir críticas legítimas al gobierno israelí y a sus políticas, nos preocupa el que la prensa mayoritaria, particularmente prestigiosos periódicos como El País que son leídos a lo largo de todo el mundo de habla hispana, esté sistemáticamente publicando artículos y viñetas que transmiten burdos bulos y estereotipos anti-semitas. Además, estamos preocupados por los informes que sugieren que funcionarios en las Islas Baleares están usando financiación pública para publicar material para niños que contiene opinión y dibujos anti-israelíes. Esta inaceptable retórica anti-semita, envuelta en el disfraz de la opinión anti-israelí, es peligrosa y refuerza los estereotipos negativos de los israelíes, tanto en España como internacionalmente.

El Departamento de Estado de EE.UU. también documentó las preocupaciones de la comunidad judía en España en sus informes de 2005 y 2008 sobre el anti-semitismo global. Desafortunadamente, los indicadores actuales sugieren que la animosidad hacia los judíos no se ha reducido; de hecho ha ascendido a nuevas alturas. Si esta situación no es tratada desde las más altas instancias del gobierno, tememos que la situación podría acabar en violencia hacia la comunidad judía en España.

Presidente Zapatero, le elogiamos por su liderazgo al establecer la Casa Sefarad y la Fundación Pluralismo y Convivencia, y por la participación de España en el Equipo de Trabajo para la Cooperación Internacional sobre la Educación, Recuerdo e Investigación del Holocausto (Task Force for International Cooperation on Holocaust Education, Remembrance, and Research). Estas son valiosas e importantes iniciativas, las cuales creemos que establecerán una base firme desde la que su gobierno tome más medidas para combatir el anti-seminismo y establecer una relación constructiva y positiva con la comunidad judía de su nación y el mundo judío en su conjunto.

Es esencial que su gobierno dé pasos adicionales para detener los sentimientos anti-semitas en España. Para ese fin, urgimos a usted y a su gobierno a que hagan afirmaciones públicas y tomen posiciones firmes rechazando las expresiones de anti-semitismo. Creemos que su gobierno debe implementar completamente la legislación anti-discriminación que convertiría al anti-semitismo en un acto criminal, penalizaría la negación del Holocausto, y crearía un Fiscal especial para tratar actos de racismo, xenofobia y anti-semitismo. Finalmente, es importante que cualquier esfuerzo por parte de su gobierno para tratar esta cuestión también incluya un componente educativo sobre el Holocausto y estudios judíos, especialmente en las instituciones de educación superior. Se ha demostrado en Europa y otros lugares que estos programas educativos producen resultados positivos.

En una época en la que el Presidente Obama y los Estados Unidos están/estamos en proceso de establecer una agenda con nuestros aliados para promover la democracia, los derechos humanos, la libertad religiosa y combatir la xenofobia, la intolerancia y el odio, es importante que España se una a los Estados Unidos para solventar el anti-semitismo. Creemos que las relaciones entre americanos y españoles –que descansan sobre valores comunes- serían reafirmadas aun más por los esfuerzos de su gobierno para tratar esta cuestión y nosotros estamos dispuestos a trabajar con ustedes para solventar el anti-semitismo y otros asuntos de mutua importancia.

Esperando su respuesta y oír más sobre sus esfuerzos para combatir el inquietante aumento del anti-semitismo en España.

Atentamente,

Robert Wexler, Dan Burton, Eliot Engel, Alcee L. Hastings, Christopher H. Smith, Frank Wolf, Shelley Berkley, Ron Klein, Michael E. McMahon, Carolyn McCarthy, Doug Lamborn, James P. Moran, Steve Cohen y Janice Schakowsky.


Ampliación: un ejemplo reciente de antisemitismo en España narrado por César Vidal, y más habitual de lo que muchos creen.

jueves, mayo 14, 2009

Apostilla a la "revolución conservadora"

A propósito de la mención hecha en la reciente anotación sobre el thatcherismo al escrito de Hayek titulado "Porque no soy conservador", transcribo un extracto de su parte final:

"Tal vez sea sabio el político que se atiene a la máxima del quieta non movere; pero dicha postura repugna en principio al estudioso. Reconoce éste, desde luego, que en política convine proceder con cautela, no debiendo el estadista actuar en tanto la opinión publica este debidamente preparada y dispuesta a seguirle; ahora bien, lo que aquel jamás hará es aceptar determinada situación simplemente porque la opinión pública la respalde. Es este nuestro mundo actual, donde de nuevo, como en los albores del siglo XIX, la gran tarea estriba en suprimir todos esos obstáculos e impedimento, arbitrados por la insensatez humana, que coartan y frenan el espontáneo desarrollo, es preciso buscar el apoyo de las mentes progresistas; es decir, de aquellos que, aun cuando posiblemente estén hoy moviéndose en dirección equivocada, desean no obstante enjuiciar de modo objetivo lo existente, en orden a modificar todo lo que sea necesario. (…)

Dejo en manos de ese “hábil y sinuoso animal, vulgarmente denominado como estadista o político, que siempre sabe como acomodar sus actos a la situación del momento”* el problema de como incorporar a un programa que resulte atractivo a las masas el ideario (…) de una tradición ya casi perdida. El estudioso en materia política debe ilustrar y aconsejar a la gente; pero no le compete organizarla y dirigirla hacia la consecución de objetivos específicos. El teórico solo desempeñará eficazmente aquella función si prescinde de que sus recomendaciones sean o no plasmables en la práctica. Debe a atender solo a “principios generales que jamás varían”**. Dudo mucho, por ello, que ningún auténtico investigador político jamás pueda ser de verdad conservador. La filosofía conservadora puede ser útil en la práctica, pero no nos brinda ninguna norma que nos indique hacia donde, a la larga, debemos orientar nuestras acciones.

*/** Adam Smith, Riqueza de las naciones."

miércoles, mayo 13, 2009

McNamara ¿visionario ó gurú anticrisis?

Noticias como ésta le hacen a uno reflexionar sobre lo acertado de su elección profesional. En tiempos de crisis tal vez Fabio McNamara nos haya dado la clave: "y a costa/ y a costa de la droga/ te has comprado un piso/ un jaguard y un mercedes". Aunque también hay moraleja: "total pa que los quieres?/ si estas enganchada" ¿Será una "metáfora" de la España actual?


PD: no oigan, no se lo tomen a coña, que "gobernator" Schwarzenegger propone "porros contra la Crisis". Si al final va a ser que "la religión no es el opio del pueblo"; sino que "el opio es la religión (y economía) del pueblo".

lunes, mayo 11, 2009

30 años de “thatcherismo”

El pasado 4 de mayo, solo tres días después del Día del trabajador, se cumplían 30 años de la llegada al poder de Margaret Thatcher. La que fuera Primer Ministro del Reino Unido por 10 años (de 1979 a 1989) fue también la iniciadora de la última gran “revolución política” del siglo XX. Al poco de su elección, Ronald Reagan se hacia con la presidencia de los EEUU (de 1981 a 1989). Los dos, junto al Papa Juan Pablo II, formarían una triada a la que se responsabiliza de la acción y discurso moral y político que llevó en poco más una década al hundimiento de la Unión Soviética (ocurrido definitivamente en 1991) y el fin del bloque comunista.

Thatcher cuya trayectoria puede ser considerada en muchos aspectos como la de un outsider, se alzo con el liderazgo del partido conservador en medio de las luchas internas intestinas que siempre han caracterizado a los partidos políticos ingleses, arrancando el liderazgo de las manos de su descubridor, el ex primer ministro Edward Heath. Ya en Downing Street llevaría a cabo una serie de reformas “radicales” en materia de impuestos, sector público industrial y sindicatos que le acarrearía muchos enemigos pero que devolvió al país a una posición de potencia económica mundial. Thatcher, en definitiva, vino a recuperar el librecambismo y el gobierno limitado para los Tories, algo inédito desde los tiempos en que Disraeli lideraba dicho partido en la victoriana Inglaterra del siglo XIX. A esta política se la llamo thatcherismo. Una definición del tatcherismo, simple pero creo que acertada, sería la de “una combinación de libertad económica, valores cristianos y conservadores tradicionales, patriotismo británico y una firme adhesión a Estados Unidos y a otros países de la misma cuerda ideológica dentro del mundo angloparlante”.

A esta “revolución” del thacherismo, a esta revolución conservadora, que se extendió a ambos lados del Atlántico y que a menudo es llamada despectivamente neoliberal (algo muy discutible, como veremos más adelante) consistió en la demolición de varios dogmas afianzados desde ya antes de la Segunda Guerra Mundial, como la necesidad de regular masivamente el mercado, el aumento continuado del gasto público, el reconocimiento de un poder fuerte a los sindicatos en la ordenación del mundo empresarial y laboral, o el rechazo a ciertos valores tradicionales como el patriotismo, la familia, o la religión. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. También, a menudo, se señala como uno de los inspiradores de este movimiento “neoliberal” al economista y filosofo de origen austriaco F.A. Hayek, y a su obra crítica con el sistema vigente durante gran parte del siglo XX en Occidente, el keynesianismo. Pero el propio Hayek se mostró reacio a dicha identificación, por lo que escribió un opúsculo a su obra cumbre, Los Fundamentos de la Libertad (yo prefiero el titulo original ingles, The Constituion of Liberty) titulado “Porque no soy conservador”, en donde guardaba las debidas distancias con los partidos y pensadores conservadores. Particularmente, criticaba de estos la ausencia de un fin o proyecto determinados, su nula capacidad para la innovación y el rechazo a los avances científicos, técnicos, sociales y culturales, o la propensión al fatalismo y escasa creencia en las capacidades del ser humano; y no se podía olvidar que durante los siglos XVIII y XIX fueron los grandes opositores al liberalismo. No obstante, Hayek reconocía que uno de los grandes logros de liberalismo había sido convencer a los conservadores de que, ante el fracaso de las recetas socialistas e intervencionistas, había que aceptar el libre mercado, lo que a la larga hizo posible un entendimiento y alianza frente a los enemigos comunes externo (el comunismo soviético) e interno (el intervencionismo), que amenazaban el futuro de la civilización occidental. Del mismo modo los valores conservadores fueron más fácilmente asumidos por algunos liberales en la medida en que podían contribuir a la estabilidad de las amenazadas democracias (Hayek no solo influyó en las Administraciones de Reagan y Thatcher, también mantuvo unos importantes diálogos con Juan Pablo II, que darían lugar a la Encíclica Centesimus annus. Este modelo de debate ha sido reeditado recientemente por Habbermas y Benedicto XVI, con similar afectación mutua). Aunque el resultado de aquella alianza entre liberales y conservadores es una gran tensión ideológica existente, a día de hoy, dentro en casi todos los grandes partidos “de derechas” en Europa y America.

Pero los efectos de aquella revolución conservadora también se hicieron notar en la izquierda política, sobre todo inglesa. Tony Blair por ejemplo fue un dignísimo continuador de Thatcher, y así lo ha reconocido ella misma en varias ocasiones; y la Tercera Vía puede decirse que no fue otra cosa que un acercamiento al liberalismo desde la izquierda laborista, del mismo modo que la política de la Dama de Hierro hizo con el conservadurismo tory. Me aventuraría a decir que tampoco es descartable una influencia importante al otro lado del Atlántico, sobre todo vía Reagan (el Presidente más respetado desde Kennedy por americanos de cualquier tendencia), y donde incluso los demócratas de hoy usan y abusan de un discurso que aúna los conceptos nación, religión y libertades individuales, del que es podría ser un ejemplo significativo el discurso de toma de posesión del Presidente Barack Obama (con todo, la historia de los Partidos Demócrata y Republicano debería ser revisada por muchos intelectuales europeos, para eliminar algunos prejuicios injustificados), aunque aún es pronto para emitir un juicio más firme.

Podemos decir que aquellos hechos son ya historia, pues datan de una generación (30 años), y esta por valorar cual ha sido realmente su legado. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha desatado una ola de opinión que busca hacer al capitalismo y al liberalismo, tal y como los diseñaron los conservadores, reponsables de los males de la actual crisis económica. Lo que los críticos pierden de vista, ó ignoran por interés, es que son los defectos de aquel modelo, el salido de la revolución conservadora, que no era del todo liberal, lo que nos ha llevado a esta crisis.

No es con mas intervencionismo ni regulación con lo que se va a salir de la crisis sino con un reforzamiento del mercado, con más libertad individual, no con más Estado (si acaso si mejor Estado, pero no más grande). La alternativa al tatcherismo no es el comunismo, el sindicalismo o el socialismo, ni cualquier zarandaja comunitarista; tampoco la demagogia populista-progresista, ni los localismos, nacionalismos, indigenismos y tribalismos varios. Tampoco el G-20 tiene la solución a la crisis. Solo el liberalismo nos da las respuestas, las verdaderas respuestas, porque él es la causa del exito de la civilización occidental.

Porque no se engañen, la civilización occidental sigue estando amenazada, no porque nos vayan a invadir los musulmanes o los chinos (cosa materialmente imposible, por ahora), ni por el cambio climático, un holocausto nuclear o una nueva pandemia (venga del cerdo o del pollo), sino porque se trata de un reducto de libertad intelectual, prosperidad económica y desarrollo social que no tiene parangón en cualquier otro lugar del planeta, fuera del hemisferio norte occidental. Fuera del sitio donde comenzó la última revolución política del siglo XX.

Depende de nosotros conservarlo.

Ampliación: dos articulos, uno antiguo de Bernaldo de Quirós publicado en la Ilustración liberal sobre la "tercera via"; y otro reciente, de Pedro Schwartz, en Libertad Digital, sobre el gobierno Thatcher.

martes, mayo 05, 2009

Obama no es socialista

Tal vez hayan visto el vídeo del PSOE para la campaña de las Elecciones europeas ¿no? pues aquí lo pueden ver:


¿Qué les parece? ¿A qué esta chulo? Sin embargo, los más se preguntarán si Obama después de cien días girando, un día a la derecha, otro a la izquierda, se habrá mareado y decidido abandonar la siempre complicada Casa Blanca y aspira a Presidente de Europa, que algo más tranquila. Los menos se preguntarán donde habrán metido al candidato oficial del PSOE, Juán Fernando López Aguilar, exMinistro de Justicia, político caído en desgracia "sabe ZP el por qué". La vieja Europa o Uropa está expectante.

Pues resulta que a los demócratas (los del Partido Demócrata) no les ha hecho mucha gracía el vídeo, y en boca de su portavoz en España han respondido a lo que entienden un uso deshonesto y abuso de la imagen de su jefe de filas por parte del PSOE. Y es que para ellos, "Obama no es socialista": no le va el pacifismo, no es contrario al libre mercado y el capitalismo, ni quiere establecer la educación y la asistencia médica gratuita para todos. Así que poco le ha durado la alegría a Zapatero, y es que los amigos no están para usarlos según convengan a nuestro intereses electorales.

Claro que este abuso de la figura de Obama no se trata de un "pecado" exclusivo de los socialistas españoles, los populares no les andan a la zaga, no sé si con más razón pero si con igual oportunismo, en todos los lugares cuecen habas y crecen los Obamas. Y vale que no estamos seguros de quién copia a quien, pero eso si, todos no pueden ser padres de la misma niña.

domingo, mayo 03, 2009

Obama y la sanidad pública estadounidense

No contento con reactiva en versión descafeinada las comisiones militares y ejercer poderes de excepción en lo económico de proporciones similares a los que Bush tuvo en materia de seguridad nacional, Obama tiene tiempo de brindarnos perlas reflexivas como la que voy a transcribirles, extraída de la entrevista que publica la edición domicnical de El Mundo (realizada en colaboración con New York Times). Este fragmento no lo encontrarán en la edición de Internet:

(...) P: ¿Puede explicar en que será diferente la atención médica cuando se haya implantado la reforma?

OBAMA: No cabe duda de que cuando se trata de Medicare [seguro medico estatal para ancianos y minusválidos] y Medicaid [seguro medico estatal para personas de bajos ingresos], cuyos gastos pagan todos los contribuyentes, tenemos la obligación de mantener sus costes bajo control. En realidad la cuestión más peliaguda en torno a la asistencia médica está muy relacionada con la atención sanitaria al final de la vida

P: Efectivamente, son 20.000 dólares [unos 15.000 euros] por cada semana adicional de vida.

OBAMA: Exacto. Precisamente yo acabo de pasar por eso. Ya he contado esto, quizás no en público, pero el caso es que mi abuela se puso muy enferma durante la campaña. Tenía cáncer y se llegó a la conclusión de que era terminal. Dos o tres semana después, mi abuela se cayó y se rompió la cadera. Los médicos dijeron que quizás habría sufrido un pequeño derrame cerebral, que es lo que habría provocado la caída. A pesar de su debilidad, ella optó porque le sustituyeran la cadera y se sintió bien durante unas dos semanas después de la operación y entonces, las cosas se precipitaron. No tengo ni idea de lo que le costó que le sustituyeran la cadera. Yo hubiera pagado hasta el último céntimo que hubiera tenido para que le cambiaran la cadera simplemente porque era mi abuela. La cuestión de si, considerando el coste total, es un modelo de asistencia sanitaria sostenible que la sociedad tome la decisión de poner una cadera nueva a mi abuela, o a los abuelos y los padres ya mayores de cualquier otra persona, cuando sufren una enfermedad terminal. (...)

Piensen en que si a un político progresista español se le hubiese ocurrido pronunciar estas palabras habría sido tachado, de inmediato, de neocón y desalmado neoliberal. No se a que juega Obama, pero no me disgusta.

1 de mayo: ¿día del trabajador ó día del sindicalista?

El viernes se celebro el Día Internacional de los trabajadores (menos en los USA, por qué será). En Madrid y en otros cientos de ciudades de todo mundo se manifestaron los sindicatos, los supuestos representantes de los trabajadores, guardianes del sacrosanto derecho al trabajo que todos tenemos en razón a nuestra dignidad humana. 

En nuestro país, a parte de las veladas amenazas de Huelga General si se abarata el despido, y de los insultos contra los sospechosos habituales, la única “acción social” (y lo de social viene por ser un acto en sociedad) de la jornada que merece ser destacado fue la comilona con el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que ya no se atreve a hacer predicciones sobre el paro por miedo a caer, de nuevo, en el más absoluto de los ridículos. Se trato del peaje que han de pagar por las cauntiosas subvenciones que reciben del poder público, única razón por la que no cierran, ante la escasez de afiliados. En la mayor crisis económica y laboral de la historia de España, uno se pregunta "Para que sirven los sindicatos". Aparte, claro, de para vivir de parasitar al resto de los trabajadores y la sociedad en su conjunto, ¿aportan algo?

A mi lo que más me sorprende no es la dichosa inactividad sindical, esperable en un país en que subsisten vestigios del modelo franquista de sindicalismo vertical, camuflado de sindicalismo libre y democrático de acuerdo a la Constitución de 1978, pero cuyos pronunciamientos no han sido desarrollados en todos estos 30 años: seguimos son la necesarisima "Ley de huelga" funcionando con una del año 77, que no asegura los servicios mínimos esenciales; ni hay una legislación sindical en condiciones que exiga un funcionamiento transparente y democrático de estas organizaciones; no se ha garantízado de la libertad de trabajo ni acabado con la discriminación respecto de la Función Pública o los privilegios respecto de los autónomos; o expurgado convenientemente esas dos profesiones sindicales tan loables del liberado sindical y el piquete informativo. Nada de nada. 

Lo que si me deja un tanto desconcertado es el presunto giro ideológico del sindicalismo contemporáneo, español e internacional. Y digo presunto, porque tiene mucho de impostura e hipocresía. Cada 1 de mayo asistimos al mismo grotesco y paradójico espectáculo en que las organizaciones sindicales de todos los países (en especial, en las democracias occidentales, que es donde las permiten sin disparar o encarcelar a sus miembros) manifestándose en compañía de los grupos de lo más variopintos.

Por un lado, los sindicatos, haciendo gala de esa hipocresía que apunta antes, dicen defender los derechos de los trabajadores inmigrantes. Como sabemos por la ciencia económica, las restricciones a la inmigración son fundamentales para mantener altos los salarios de los trabajadores nacionales, asegurando sus puestos de trabajo a medio plazo. Por eso apoyan aunque oficialmente lo nieguen (no vaya a ser que los tachen de reaccionarios) la reducción en los cupos de inmigrantes. Solo que usan eufemismos como que estos "se ajusten a las necesidades del mercado laboral", es decir, la necesidades de los sindicatos. mientras tanto la tasa de paro de los extranjeros se sitúa, ya, en el 28%; la de los nacionales en un 15%.

Los sindicatos dicen también defender los derechos de los niños, incluido su derecho a una educación y a no trabajar. Pero ya ni la Organización Internacional del Trabajo, trasunto de la internacional obrera, busca acabar con el trabajo infantil, y se contenta solo con limitar las condiciones más duras del mismo, porque la alternativa, se sabe, es el abandono familiar y la muerte por inanición, aquí o en otros países. 

En relación conesto último, y siguiendo con el tema educativo, algunos recordamos muy bien como los sindicatos españoles encabezaron las manifestaciones contra todas las reformas educativas del PP, manipulando vergonzosamente a chicos y chicas que no alcanzaban la mayoría de edad. En cambio apoyaron el modelo educativo socialista de la LOSGSE (y su sustituto ahora en marcha, la LOE) que ha destruido la educación secundaria española (y generado graves deficiencias en laeducación superior y universitaria) ostentando hoy de los peores resultados en los informes PISA de la OCDE

En la Comunidad de Madrid se opusieron con fervor a que el Gobierno de Esperanza Aguirre examinase a los alumnos de secundaria, ¡anónimamente!, para así evaluar la calidad de los centros públicos y concertados, aquellos que se pagan con los impuestos de todos. 

Ahora la han emprendido contra BOLONIA porque, dicen, privatizará la Universidad Española. Joder, ¡pues que bien le vendría! 

Tampoco han defendido con fuerza el papel de la formación profesional, abrazando aquel prejuicio pequeño-burgues que hace obligatorio el que todo hijo de obrero aspire a un titulo universitario, aunque este no valga nada en el mercado laboral. No hablemos de la formación en adultos o del INEM.

Todo lo anterior ha limitado enormemente las oportunidades que los hoy menores, mañana jovenes, en el futuro adultos, tendrán de ganarse la vida, y costará una generación o más arreglarlo. Para colmo, la solución dada a esta debacle se ha limitado al engendro de Educación para la Ciudadania, una asignatura transversal (sin contenido alguno definido, mezcla de ética, política, economía, psicología) en la que la mayoria de los libros de texto, incluidos los corregidos y preparados expresamente para ajustarse a la moral cristiana de los centros confesionales, echan pestes del capitalismo: el único sistema economico que ha permitido elevar la vida de las masas de trabajadores a niveles inimaginables en la historia humana.

Más absurda y paletera me parece la alianza sindical con los variados movimientos indígenistas y tribales del Tercer Mundo y paises en desarrollo. Representantes de aquello que Marx (los sindicalistas de hoy no leen a Marx) definió despectivamente como lumpemproletariado; menos que el proletariado, carente de las condiciones ambientales que aporta un entorno de fabrica y capitalismo industrial, e incapaz de promover revolución alguna (involución, si, seguro) al no poseer conciencia de clase como si la tenían los obreros de las naciones desarrolladas (lean lo que le escribia Marx a Lincoln en plena Guerra de Secesión). Estos movimientos son los mejores aliados de la aristocracia antiliberal, que adopta hoy la forma de políticos, burocratas, funcionarios, empresarios privilegiados, y que esta muy lejos de interesase por la "emancipación" y "desalienación" del trabajador. En lugar de asegurarle un futuro mejor y más prospero, intenta mantenerlo a ralla con pequeñas prebendas y ligeras cuotas de poder debidamente tutelado. 

Agotado el modelo nacional de los socialdemocratas y hundido el internacionalismo comunista, la alternativa ideologica son estas corrientes altermundistas indefinidas, herederas a partes iguales de la Teología de la liberación y los movimientos de liberación nacional, y espoleados por progresistas del primer mundo con mala conciencia.

También Marx hubiese visto como ridícula la aceptación por los sindicatos del programa del feminismo radical-progresista, el de cuota, discriminación positiva y rousseaunismo intelectual. Cuan destructivo para los intereses revolucionarios de la clase obrera vería la fragmentación y seapración del proletariado en dos colectivos (hombres y mujeres trabajadoras) con intereses contrapuestos (divide y vencerás). Los hombres de clase trabajadora son para el feminismo tan “opresores” de los derechos de la mujer como cualesquiera otros hombres. Conscientes de lo peligroso de tales ideas, y continuando con la hipocresía que les caracteriza, los sindicatos españoles han conseguido ser el único colectivo social e institucional excluido de la (redactada por ellos) Ley de igualdad; porque claro, todos sabemos que los sindicatos españoles no discriminan.

Para no aburrir al lector no entraremos en el espinoso asunto de las implicaciones que el control de la natalidad y el aborto libre tienen para el control de las llamadas masas proletarias, pero estas políticas son santo y seña de parte del actual sindicalismo feminista, para horror de muchos sindicalistas clásicos que, ¡oh, atención!, provienen del catolicismo social.

En fin, acabando, convertidos los sindicatos de hoy en verdaderos enemigos del trabajador y del progreso material de las masas (¿alguna vez fueron otra cosa?), la única reflexión que merece la pena con motivo del Día de los trabajodores es la siguiente: ó el sindicalismo pierde a los privilegios injustamente adquiridos con los que coacciona al resto de la sociedad y recupera su carácter de asociación voluntaria, renuncía al al demagogía del progresismo, dirigiendo sus críticas contra el poder político y empresarial monopolístico y cartelario, defendiendo la unidad de mercado y la nación frente a las creceintes desigualdades autonómicas; ó más vale que desaparezca

Yo no los voy a echar de menos, y creo que muchos trabajadores, tampoco.

PD: desconozco si existe el Día de la Patronal, pero conste que no tengo inconveniente en dedicarle otro repaso similar a nuestra ilustre clase empresarial, supuesta defensora de la libertad de mercado. Menuda tropa.