¡Visualización óptima de este blog con una resolución de pantalla de 1280 x 1024!

Páginas

LA FRASE

"Los españoles pertenecemos a la categoría de colectivos a los que tradicional e históricamente preocupó mucho más la diferencia de clases y la injusticia socialque las libertades individuales.

Se perdona mal a los ricos y empresarios la ostentación y el agravio, mientras que los funcionarios públicos pueden difundir secretos, realizar escuchas, propagar infamias y otras mil maneras pergeñadas para el abuso del poder."

UN TOQUE LIBERAL

lunes, diciembre 26, 2005

Sobre el boicot a los productos catalanes (2 de 2)

¿Qué es el boicot? Un acto politico legitimo en democracia.

Llegados al punto clave de nuestro análisis donde definiremos el boicot como
“acto democrático [*] de protesta cívica”, y demostraremos el porqué es legitimo, al estar "amparado por el derecho a la libertad de expresión y opinión".

Resumamos lo hasta ahora dicho:
-No es un acto antimercado. No se boicotea el mercado ni afecta a la libre competencia.
-Pero tampoco es un acto soberano del consumidor. No tiene nada que ver con los derechos del individuo en el mercado.
-No es un acto de desobediencia civil. No es contra el Estado y se realiza dentro del orden jurídico.
-Es un
acto político democratico, dirigido contra empresarios catalanes que han firmado una carta-manifiesto a favor del Estatuto Catalán para que sea aprobado tal cual. Es un acto que encaja directamente con el derecho a la libertad de expresión, derecho político, a expresar la discrepancia con la actitud de otros individuos frente al poder político y los asuntos públicos.


¿Es justo y legítimo el boicot político?.

En los siguientes subapartados expondré los principales elementos en los que apoyar la justicia y legitimidad de esta tesis.

1. La soberanía del ciudadano democrático.

Junto al boicot del consumidor, derivado de la soberanía del consumidor en el mercado, tenemos el boicot político, derivado de la
soberanía del ciudadano en una sociedad democrática .

Resulta sorprendente que a estas alturas haya que explicar donde reside la soberanía de una nación, que no es en otro sitio que en el pueblo representado en cada uno de los individuos que lo forman. Son estos los que poseen los derechos y quienes los ejercitan. Esa es la base del sistema democrático. La soberanía del ciudadano democrático implica el derecho a que su voz sea escuchada al discutir sobre los asuntos públicos y actuar en consecuencia con dicha opinión dentro de los limites que marca el sistema y respetando el mismo derecho para los demás.

2. Lo publico y lo privado y los derechos asociados.

Habremos de diferenciar dos ámbitos de actuación de los individuos / consumidores y empresas. El privado (actuación en el mercado) y el público (actuación en el ámbito político). Según nos encontremos en uno u en otro, tanto empresas como individuos / consumidores, tendrán unos derechos y unas responsabilidades.

La firma del manifiesto por los empresarios catalanes excede los deberes de un empresario como operador en el mercado (proveer de productos y servicios a los consumidores), entre los cuales no se encuentra hacer campañas políticas. Si las hace, deja de estar amparado por sus derechos de mercado (derecho a no ser perturbado en su actividad empresarial, o lo que es lo mismo, el derecho a la libre competencia).

El empresario se sitúa fuera del ámbito de mercado y salta a la arena de la política. Sus derechos en el mercado no cuentan, solo sus derechos en la arena política.

Los puntos 1 y 2 nos sirven para apoyar las anteriores explicaciones sobre lo que no es el boicot, en especial apoya la idea de que el boicot del que hablamos nunca podrá calificarse de acto antimercado, ni anticompetitivo -hemos traspasado ese ámbito-. De igual forma, defender el derecho de los ciudadanos al boicot no encontrara un sustento suficiente en sus derechos como consumidores, sino en sus derechos como ciudadanos, en su soberanía como ciudadano de una sociedad democrática.

3. El derecho a la Libertad de Expresión y Opinión.

Como no. El Derecho más fundamental en toda democracia es el derecho a la libertad de Expresión y de Opinión. Si tenemos en cuenta que la firma del manifiesto hace sospechar de la existencia obscuros intereses relacionados con componendas y favores, presentes o futuros, por parte de los poderes públicos catalanes para con determinados empresarios, y que significa el apoyo a un proyecto que en opinión de muchos ataca directamente los principios constitucionales de convivencia, la denuncia civil del Estatut y de los que lo apoyan se encuadra dentro del legitimo derecho a la libertad de expresión.
El boicot (la invitación a no comprar determinados productos) se trata, por tanto, de un acto de contenido político de los individuos -no como consumidores sino como ciudadanos- contra otro acto político –de algunos empresarios catalanes-, y eso, es legitimo en democracia.

Ahora, las condiciones del Boicot político para ser legitimo esta en que debe limitarse a aquellos empresarios que firmaron el manifiesto o se hayan pronunciado favorablemente sobre el texto. No puede responsabilizarse al conjunto de empresarios catalanes y sus productos como señalamos en la
primera entrega de este análisis.

4. La coacción sobre el empresario.

El ultimo elemento a analizar es la posible existencia de coacción sobre el empresario y si la misma estaría legitimada por las circunstancias:

a)
¿Existe coacción?. En tanto entendamos que el acto de no comprar esta dirigido a cambiar la voluntad del empresario catalán perjudicando sus intereses nos encontraremos ante un supuesto de coacción. La coacción la ejerce el ciudadano al no comprar. Quien en ningún caso coacciona a nadie son aquellos sujetos que se limiten a informar sobre el boicot.

b)
¿Esta legitimada?. Si entendemos que la manifestación política de estos empresarios nos perjudica como ciudadanos (ámbito publico) estaremos tan legitimados para esta coacción, es decir, no comprar, como si sus productos y servicios nos perjudicaran como consumidores (ámbito privado).


CONCLUSIÓN

Si nos fijamos en la asimetría existente entre empresas e individuos particulares para influir en la opinión publica, esta soberanía del ciudadano democrático es fundamental para la salud del sistema y el aseguramiento de la libertad individual. Este tipo de boicots políticos son el único mecanismo de presión que tiene el ciudadano en una sociedad democrática para cambiar opiniones publicas de las empresas. Los empresarios podrán decidir entre mantener su apoyo al Estatuto, exponiéndose a que mucha gente no compre sus productos -cuando en condiciones normales si lo harían- o valorar retirarlo, en cuyo caso el boicot político dejara de ser legitimo y necesario.

________________

Apendice: Cuestiones complementarias:

1) Las personas individuales y los representantes de asociaciones empresariales como objetivos del boicot.

Una cuestión que surge al repasar los nombres de los firmantes del manifiesto son los efectos de la presencia de personas a titulo individual como son los consejeros de empresas nacionales y no catalanas, así como de la presencia de representantes o cargos de asociaciones de empresarios catalanes (PYMES, Cámara de Comercio de Barcelona).

Consejeros o representantes de empresas a titulo individual: una medida legitima, en un primer momento, seria la de pedir la destitución de estos señores a las empresas que los tiene entre sus representantes, mediante el envío de cartas, mails o anuncios públicos donde se denuncie la situación y se obligue a la empresa a pronunciarse sobre ella. En caso de no surtir efecto (no haya pronunciamiento de la empresa, ni destitución o cambio de opinión del consejero) el boicot a los productos de esta empresa nacional y no catalana también seria legitimo.

Representantes de asociaciones de empresarios: misma táctica de protesta ante los órganos de la asociación, obligando a que esta se pronuncie sobre si la adhesión es a título individual o de la asociación. De no existir pronunciamiento o serlo de apoyo a la postura también seria legitimo el boicot de los productos de aquellos miembros de la asociación que no hayan expresado su oposición.

2) Diferencia entre boicots entre individuos y boicots entre Estados.

Nuevamente tenemos que aclarar algo sobre los derechos. Ni el Estado, ni los representantes públicos poseen los mismos derechos (o no pueden ejercerlos en idéntico grado) que los ciudadanos (de hecho, el Estado no posee derecho alguno solo potestades derivadas de la ley). Ya hemos comentado en otro momento que el Ministro Montilla, como representante publico, no tiene libertad de expresión para criticar a los medios de comunicación. El Estado tampoco tiene, por tanto, derecho a boicotear a las empresas.

Esta reflexión viene a colación por la campaña de la Generalidad catalana dedicada a perseguir a los empresarios catalanes que no rotulan en catalán, y la consiguiente publicación de listados de los infractores así como listados sobre catalanidad de los productos (como la recientemente “desaparecida” web de “Omnium Cultural”). Estas prácticas de los poderes públicos catalanes son ilegitimas, y, desde la ética liberal, procederá, frente a ellas, la desobediencia civil.

Mas complejo es el tema de los boicots entre estados, mas conocidos como embargos comerciales. En cualquier caso excede nuestro tema central, por lo que queda apartado para otra ocasión.

3) Soberanía del consumidor catalán y la soberanía del consumidor español. Una confrontación de poderes civiles.

Distinto de todo lo estudiado -aunque volviendo sobre algunas ideas ya expuestas- la situación en que, libremente, los consumidores catalanes no quisieran comprar a comercios que rotulen en castellano, eso si es soberanía del consumidor (siempre y cuando no se organicen con fines anticompetitivos). Ese mismo derecho corresponde a los ciudadanos del resto de España si deciden no comprar productos etiquetados en catalán (condiciones del producto).
Vemos que el boicot del consumidor puede ser tan “político” como el del ciudadano, sin embargo es en el segundo de ellos, el del ciudadano donde mayores garantías y amparo tiene el individuo.

____________

[*] A lo largo de la anotación haré hincapié en el adjetivo democrático, tomando como base de la argumentación el punto de vista de los liberales decimonónicos, quienes veían en la democracia un elemento de control del poder y una forma de que todos los ciudadanos pudieran participar de los asuntos públicos. Es decir, la democracia como régimen de opinión publica. Además, con ello, pretendo contrarrestar la argumentación de nacionalistas y socialistas (y también no socialistas) sobre el boicot como un acto antidemocrático.

16 comentarios:

narpo dijo...

Hombre, se podrá discutir sobre si es oportuno, útil o acertado pero no creo que nadie se atreva a poner en duda la legitimidad del mismo siempre que sea un acto voluntario.

Anónimo dijo...

Vamos a ver, al "filologo" Nairu que me pone pegas a la ortografía.
"Poque es legitimo" no es una oración interrogativa, en cuyo caso se escribiría "¿Por qué es legitimo?", sino afirmativa. "Porqué" es el sustantivo y se escribe junto, mi unico fallo esta en no ponerle la tilde.


Se escribe separado, equivale a una pregunta aunque no se pongan los signos de interrogación.
No soy filólogo, eso es de EGB.

Nairu

Anónimo dijo...

Respecto a lo demas, se trata de faltas de tildes, falta de ortografía que cometen el 90% de los españoles, no me considero mas especial que los demas.

Será el 90% de los españoles de la generación LOGSE.
Tus compañeros de Red Liberal tienen un poco más de rigor y de respeto por el idioma y por sus lectores.

Nairu

Alberto Neira dijo...

Mira que eres pesado, Nairu. "Porqué" esta bien escrito:
es un sustantivo, no una conjunción interrogativa. Y NO, NO equivale a una interrogación, por eso no lleva signos. Eso es de EGB.

Yo no estudie con la LOGSE, pero te aseguro que el 90% de los españoles no acentua debidamente salvo que este acostumbrado a escribir textos. Hasta la Real Academia lo considera una fallo menor. Pero tranquilo procuro repasar de vez en cuando mis anotaciones para corregir no solo los fallos ortograficos sino también de gramatica, contexto y expresión. De todos modos si tanto te molestan no me leas, como dices otros miembros de red liberal seguro que ecriben mejor que yo.

Por cierto, podrias decir algo sobre lo que comento en la anotación, pero intuyo que meterias la pata como con el "porqué". Creo que toda esta discusión está para distraer la atención del tema del boicot. Por mi parte el asunto queda zanjado y no volveré a hablar de ello.

PD: Te aseguro que si no me quisieran en Red Liberal no estaría.

Alberto Neira dijo...

Saludos Narpo.

Mucha gente considera el boicot injusto e ilegítimo, de ahí que me animara a hacer esta anotación. Ademas queria resaltar el caracter democrático del boicot y darle una explicación, si quieres llamarla asi, "academica" o "cientifica" del mismo (no se hasta que punto sera buena o no).

Sobre si el boicot es util u oportuno. Yo creo que es oportunisimo por las circunstancias en las que nos encontramos. Su utilidad, en cambio, reconozco que es relativa, la mayoría de los ciudadanos no tiene ni tiempo ni ganas de preocuparse de estas cosas, y aquellos que lo hacen se han lanzado a boicotear todo producto catalán sin discriminar entre responsables (lo que es en mi opinión injusto) aunque no habria pasado de no haberse comportado los principales empresarios catalanes con tanto desprecio hacia sus potenciales clientes, pero todos sabemos que entre los grandes empresarios suelen estar los mayores enemigos de la libertad, de Cataluña a Madrid, dicho sea de paso.

Me gustaría que quien leyera estas dos anotaciones tuviera una guia seria y honesta de como actuar y porqué.

Anónimo dijo...

Te lo voy a explicar a ver si lo entiendes de una puñetera vez:

Voy a explicar por qué es legítimo.

Voy a explicar el porqué de la legitimidad del boicot

En la segunda frase sí es un sustantivo y sí se escribiría junto, porque equivale a razón o motivo pero no en la primera, donde está claro que son dos palabras distintas.

El último libro de José Antonio Marina se llama POR QUÉ SOY CRISTIANO, así, separado, con tilde y sin signos de interrogación, pero si quieres ve a decirle a Marina y a su editorial que lo tienen que escribir junto.


Nairu.

Anónimo dijo...

Respecto al tema de los acentos, no cuesta nada pasar el corrector ortográfico antes de publicar la anotación. Todo esto deja una sensación de dejadez y falta de rigor y lo de "sostenella y no enmendalla" acaba restando credibilidad a toda la anotación.
Es mejor tener un poco de cuidado con estas cosas.

Alberto Neira dijo...

Mi intencion era usarlo como sustantivo, pero es verdad (y ahora me doy cuenta), no encaja con el resto de la oracion, pues se trata de una interrogativa indirecta y no afirmativa como pensaba al principio, de ahi mi insistencia en que era un sustantivo. Que todos mis males ortograficos sean estos. Queda corregido.

Y sí, uso corrector ortografico pero no detecta ni la mitad de los errores. Asi que tengo que repasar 2 o 3 veces los textos y alguna cosa se me escapa.

Ni tu te crees que pueda descalificarse un texto por esto. Y sigues sin escribir una sola palabra sobre el boicot.

Anónimo dijo...

Hola, he leido lo que dices sobre el boicot, sobre lo de que no era necesario, y no estoy de acuerdo por lo siguiente:

1- Al comprar productos catalanes estás enviando el IVA que pagas a Cataluña, y luego ellos SE QUEDARÁN CON EL 50% del IVA que tú has pagado. Es decir, que el 50% del IVA que has pagado, NO TE VA A REPERCUTIR. No es muy inteligente pagar un IVA para eso ¿verdad?...

2- Mira este artículo del estatut catalán:
"Disposición adicional sexta: 1- La inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras, excluido el Fondo de Compensación Interterritorial, se equiparará a la participación relativa del producto interior bruto de Cataluña con relación al PIB del Estado para un período de 7 años. Dichas inversiones podrán también utilizarse para la liberación de peajes o construcción de autovías alternativas."

Está clarísimo, ¿no?. Cuantos más productos catalanes compres, mayor será su PIB, y más trozo de tarta inversora le corresponderá a Cataluña, a costa de las demás CCAA que recibirán menos, incluido la tuya. Por tanto, cuando compras productos catalanes ESTÁS HACIENDO QUE TU CCAA RECIBA MENOS DINERO EN INVERSIONES. Vamos, que te estás perjudicando a ti mismo.

Finalmente, en este blog explican los beneficios que obtendremos en el resto de España gracias a la compra selectiva:

http://compraselectiva.blogspot.com/

Por favor, léela, y reflexiona sobre a dónde prefieres enviar tu dinero: a Andalucia, Extremadura, Valencia, etc, o a "los de otra nación" (Cataluña).

Saludos

Anónimo dijo...

http://www.votoenblanco.com/index.php?action=article&numero=1706


Cataluña necesita una gigantesca operación de imagen


Cataluña necesita una gigantesca operación de imagen
En vísperas de la Expo 92, en la década de los ochenta del pasado siglo, en una visita de Jordi Pujol a Sevilla, el entonces presidente de la Generalitat reconoció ante José Rodríguez de la Borbolla, por entonces presidente de la Junta de Andalucía, que Cataluña, con su imagen ya muy deteriorada, necesitaba desplegar una ofensiva de encanto en España e invertir muchos miles de millones de pesetas en una operación de imagen.

Aquella gran inversión que el President creía necesaria, nunca se hizo porque los sucesores de Don Jordi fueron más arrogantes y torpes y optaron por estimular un nacionalismo altivo e insolidario.

Hoy, Cataluña sigue necesitando una gigantesca operación de relaciones públicas que le permita mejorar su imagen en el resto del territorio de España, que es su principal mercado, donde su imagen está por lo menos seis o siete veces más deteriorada que en aquellos lejanos tiempos de la década de los ochenta del pasado siglo, cuando Cataluña ya empezaba a detectar el retroceso de su prestigio e imagen y la necesidad de potenciarla ante los consumidores para salvar su industria y comercio.

La imagen de Cataluña es hoy la peor de España, más deteriorada, incluso, que del País Vasco. Es la única comunidad española que padece un boicot sistemático y creciente a sus productos y, lo que es más grave, un boicot que es entendido por los ciudadanos como una práctica democrática de defensa cívica frente a abusos catalanes como los que han quedado plasmados en el Estatut recientemente aprobado, ley que ha hecho retroceder demasiados enteros la imagen de la Catuluña en España y de manera quizás irrecuperable.

Tengo un amigo catalán, que es experto en comunicación y dueño de una importante empresa del sector de la publicidad. Él calcula que el costo de la campaña de relaciones públicas que Cataluña necesita para neutralizar su pésima imagen en España sería tan alto que no podría ser asumida ni siquiera por la propia Generalitat. Y lo peor de todo es que los resultados de esa campaña gigante, si llegara a realizarse, siempre serían inciertos porque el deterioro de la imagen de Cataluña es demasiado profundo y bien incrustado el alma de los consumidores.

La campaña de imagen que Cataluña necesita requiere un gran esfuerzo técnico de imaginación y creatividad, además de inversiones masivas en publicidad, exposiciones, conferencias en foros cívicos, visitas de personajes, jornadas de estudio, conciertos, folletos, libros, produciones audiovisuales, gestos y declaraciones de amistad por parte de catalanes conocidos y otras muchas actuaciones.

La imagen de Cataluña es bastante peor que la que sufre el País Vasco, también deteriorada, a pesar de que en Euskadi hayan recurrido al terrorismo y a la violencia para dirimir sus disputas con España, y de que ETA haya sembrado de cadáveres todo el territorio español. Los consumidores, en el caso vasco, distinguen entre vascos buenos y vascos malos, entre terroristas y demócratas, mientras que el el caso de Cataluña la mala imagen y el rechazo es más profundo y generalizado, alcanzando con su onda expansiva a todo lo que significa Cataluña.

El País Vasco cuenta con personas queridas y valoradas en España, como Rosa Diez o Redondo Terreros, o con instituciones valoradas, como el Foro de Ermua, mientras que no existen en Cataluña.

"Nuestra imagen --afirma mi amigo catalán--, en parte merecida y también inmerecida, es consecuencia, sobre todo, de errores políticos. Es una imagen de nuevos ricos arrogantes, oportunistas, insolidarios y hasta racistas, que han roto la igualdad y la solidaridad, que quieren ser superiores a los demás y que han ofendido y despreciado gravemente a los ciudadanos del resto del Estado. Es una imagen que, probablemente, no tenga cura utilizando los médios profesionales y técnicos disponibles. Quizás haya que esperar dos o tres generaciones para que el antiguo aprecio y la admiración por lo catalán se restablezcan en España".

Anónimo dijo...

ERC, unas veces caras largas por la caida de ventas de productos catalanes (en el resto de España la gente compra cada vez más de su región para mejorar el nivel de desarrollo de su tierra, con lo que compra menos productos catalanes ) y otras veces, con prepotencia casi chulesca habla de DESCONEXION ECONÓMICA respecto al resto de España.

Una mera pregunta teórica:

¿y no podría ser que esa noción de "desconexión económica" incluyese en alguna medida, como efecto derivado, la "desconexión" de la VENTA de productos catalanes en el resto del mercado Español?

JUAJUAJUA

¿Y no será que cada vez que hacen una declaración de ese tipo es 1 producto -1 y otro y ...- catalán menos que se vende?
Con razón se rumoreaba que a Carod le iban a hacer un monumento en una región extremeña productora de cava
jeje

Lo que no resulta de recibo es ir hablando de desconexión económica al resto de España y luego agarrarse un CABREO morrocotudo cuando en el resto, en previsión de la deriva separatista, la gente compra cada vez más de la tierra para que haya alguna base económica en las demás regiones y no quedarnos con lo puesto ( con catalonia desarrollada industrialmente y el resto hecho un erial ) si se lanzan del todo hacia el separatismo

www.libertaddigital.com:6681/noticias/noticia_1276308336.html

El portavoz de ERC en el Parlamento catalán y futuro cabeza de lista en el Congreso, Joan Ridao, ha señalado este domingo que, ante el "fracaso" de la vía estatutaria, su partido estudia como alternativa un "plan de desconexión de España". "Nuestro plan b no es un pronunciamiento a corto plazo sobre la soberanía, sino el ir preparando esta desconexión".

En una entrevista con Efe, Joan Ridao apunta la posibilidad de establecer un "plan de desconexión", fundamentalmente económica, de España [...]

Anónimo dijo...

Si no compro productos o servicios catalanes, Carod se nos enfada.

Pero si compro catalanes en lugar de asturianos,manchegos, andaluces,murcianos ... o extremeños estoy jorobando al mas pequeño.

Por una mayor redistribución de la riqueza, prefiero darle una oportunidad a las regiones más modestas.
( y, luego, una parte de la compra, productos de las zonas más Solidarias, Madrid, La Rioja, Valencia,... que por lo menos comparten más la pasta con las otras)

Anónimo dijo...

Si compro productos catalanes,

esa pasta genera beneficios empresariales

que tributan por impuesto Sociedades

a las arcas del dinero que gestionan los Carods y Maragales.

No quiero que mis pelas vayan a esos elementos

pa cargarse España con alguno de sus inventos.

¿Productos catalanes?

No, gracias

Anónimo dijo...

No sé si después de esto les quedarán ganas de gastar su dinero yendo de turismo a Cataluña ... pero lo que es a mí, va a ser que NO.


Un subordinado de Montilla llama "parásitos" a los españoles

http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulos.asp?idarticulo=19187

Sebastián Alzamora, director de la revista Cultura que edita la Consejería de Cultura y Medios de Comunicación de la Generalitat de Cataluña ha escirto en el diario catalán Avui que los españoles son "parásitos, escandalosos, gritones e invasores"[...]

http://www.europapress.es/noticia.aspx?cod=20070808192030&ch=66

Ciutadans pide el cese del director de una revista de la Generalitat por "insultar" a los españoles

Anónimo dijo...

Creo que la lista tiene errores. De hecho es materialmente imposible construirla.
Por ejemplo, Solan de Cabras lo compró la DAmm, la cervecera de Catalunya. dejad de comprar solan de cabras y cientos de trabajadores de cuenca a la puta calle, JA JA JA
Dejad de comprar cava catalán (botella valenciana, corcho extremeño, alambre de no sé dónde) y cientos de capullos tirándose piedras en su tejado, JA JA JA
Por si no lo sabías, la grandeza del libre mercado permite que los grandes productores de cava YA ETIQUETEN en Aragón y otras comunidades un producto generado en Catalunya, de forma que todos contentos:
* el consumidor porque cree comprar un producto que es de otra zona
* los grandes productores de cava porque dan salida a su producto
* los intermediarios porque participan de un nuevo negocio.
No te confundas, si quieres boicotear los productos de Catalunya, NO COMPRES ABSOLUTAMENTE NADA eso es lo único que te dará total garantía,
JA JA JA

Anónimo dijo...

El Déficit Fiscal de Catalunya con España: Un Análisis Divulgativo
No es el Vampiro quien Da la Sangre
En un informativo de TVE1 que se emitió en el verano de 1998, se entrevistaba a una pareja de turistas españoles que habían venido a pasar unos días en Catalunya. Estaban dentro del coche, visiblemente irritados. Mientras el marido ponía cara de circunstancias, la señora gritaba al entrevistador diciendo: "Es que estos catalanes son unos robagallinas. No solamente van a Madrid a chantajear al gobierno y quedarse con nuestro dinero, sino que encima, cuando venimos a Cataluña, ¡nos hacen pagar hasta para ir por las autopistas!"
Situaciones como esta son bastante comunes y son el fruto de una campaña de intoxicación de información que se ha traído desde varios sectores de la sociedad y la política española. La verdad, pero, es bien diferente: no sólo los catalanes tenemos la desgracia de pagar peajes cada día por ir a trabajar mientras que otras sólo pagan cuando van de vacaciones sino que, además, nuestra relación fiscal con el resto del Estado español nos es muy desfavorable puesto que mantenemos un enorme déficit fiscal. No es el vampiro quien da la sangre. Por este motivo, en Òmnium Cultural creemos que es importante que la sociedad sepa la verdad y por eso es por lo que hemos creado un documento que intenta explicar el problema del déficit fiscal de Catalunya en España de una manera clara, entendedora y asequible para todo el mundo.
Qué quiere decir que Catalunya tiene un Déficit Fiscal con España?
Toda política económica comporta redistribución de recursos. Cuando un ayuntamiento pone impuestos sobre la propiedad y utiliza el dinero recaudado por asfaltar una calle que acaba siendo utilizado por todos los ciudadanos del pueblo, las familias que tienen más propiedades acaban pagando más dinero que la gente que tienen menos, mientras que acaban disfrutando por igual de la calle asfaltada. De alguna manera, pues, es como si la política del ayuntamiento redistribuyera dinero de las familias que tienen más propiedades a las que tienen menos. Esto es, hasta cierto punto, normal. Los problemas empiezan cuando el ayuntamiento, tras recaudar impuestos de todos los ciudadanos, insiste a gastarse sistemáticamente todo el dinero en un determinado barrio, ya sea porque es el barrio donde vive el alcalde o donde este tiene la mayor parte del electorado. Es entonces cuando una parte de la población tiene derecho a quejarse de un tratamiento fiscal injusto. En las sociedades occidentales similares a nuestra se puede decir que, en general, la redistribución tiende a ser de los ciudadanos más ricos hacia los más pobres. La razón es bien simple. De una parte, los impuestos tienden a ser progresivos: quienes más tiene, más paga. De otra parte, los servicios que los ciudadanos ricos reciben del gobierno (ya sean escuelas, carreteras, policía, subsidios o lo que sea) no tienen porque ser superiores a los servicios que reciben los ciudadanos menos ricos. Lógicamente, lo mismo pasa si en lugar de hablar de ciudadanos hablamos de pueblos, regiones o comunidades enteras. Por ejemplo, todos los pueblos del Estado español (incluyendo el catalán) pagan impuestos al gobierno de Madrid. El gobierno coge el dinero y los gasta de diferentes maneras. Algunas de estos gastos se hacen en Catalunya. Entre estos hay el dinero que el gobierno de Madrid da al de la Generalitat para financiar su presupuesto. También se incluye el dinero que el gobierno de Madrid invierte directamente en Catalunya a través, por ejemplo, del Ministerio de Fomento o las pensiones que los abuelos catalanes reciben de la seguridad social. Otros gastos no se hacen directamente enCatalunya pero benefician los catalanes. Un ejemplo de esto sería el salario del ministro de cultura: pese a que el salario se paga en Madrid, en la medida que el ministro hace un trabajo que nos "beneficia" a todos, todos hemos de ayudar a financiarlo. Lo mismo pasa con los gastos militares y muchas otros que se deben hacer en la capital del Estado, pero que todos los ciudadanos del Estado deben financiar de manera solidaria puesto que también se benefician. A final del año, una vez se han producido todos estos pagos, es normal que una comunidad como Catalunya se pregunte cuánto dinero ha pagado en impuestos y qué servicios ha recibido a cambio. Al fin y al cabo, en un país democrático todo ciudadano tiene el derecho de saber qué hace el gobierno con su dinero. La diferencia entre todo el dinero que Catalunya paga al gobierno español y todo el dinero que vuelve a Catalunya, de manera directa o indirecta, es el que s denomina balanza fiscal de Catalunya en relación con España. Cuando Catalunya paga más de lo que recibe, se dice que Catalunya tiene un déficit fiscal con España.
La Magnitud de la Tragedia
Calcular la magnitud del déficit fiscal catalán no es fácil. Y no lo es por dos razones. La primera es que el gobierno de Madrid no publica los datos fiscales, pese a una resolución del "Congreso de los Diputados" que le insta a publicarlas. La segunda dificultad es de carácter técnico. Como ya hemos dicho, una parte del gasto que "beneficia" a los catalanes no se hace directamente en Catalunya sino en Madrid, cosa que complica enormemente los cálculos del gasto territorial que corresponde en Catalunya. Estas dificultades no han impedido, pero, que algunos economistas hayan intentado hacer el trabajo que debía haber hecho el gobierno de Madrid y hayan calculado el déficit por su cuenta. Algunos de estos estudios han sido publicados en el libro editado por Òmnium Cultural, "Catalunya y España: Una Relación Económica y Fiscal a Revisar" (ed. Proa, 1998). Estos estudios estiman que el déficit fiscal de Catalunya en España en los últimos años se sitúa entre el 7,5% y el 10% del producto interior bruto catalán. Es decir, de cada 100 pesetas de renta generadas en Catalunya, entre 7,5 y 10 pesetas marchan en Madrid a cambio de nada. Para el año 1998, pues, el déficit se situaría entre 1,1 billones y 1,5 billones de pesetas. Lógicamente, podríamos dar números bastante más ajustados si el gobierno central cumpliera la resolución del congreso e hiciera públicas las balanzas fiscales de todas las comunidades. El dato que a menudo se emplea es la d’1,2 billones de pesetas. Es importante insistir en que estos 1,2 billones son el déficit fiscal y no el dinero que los ciudadanos de Catalunya pagan en Madrid. Los catalanes pagamos más de 5 billones de pesetas. Ahora bien, esto no es el déficit puesto que la mayor parte de este dinero o bien vuelven directamente a Catalunya o bien sirven por financiar los gastos del Estado de las cuales, o bien todos nos beneficiamos o bien hemos de ayudar a pagar de manera solidaria. Los 1,2 billones de pesetas son la diferencia entre el que pagamos y lo que recibimos a cambio. Es decir, son dinero que marcha en Madrid...a cambio de nada. Antes de escandalizarnos por el hecho que los catalanes pagamos más que no recibimos del gobierno español, hace falta recordar que es normal que los ciudadanos ricos tiendan a pagar más que no a recibir del gobierno. Por lo tanto, como que Catalunya es una comunidad relativamente rica, es normal que tenga un déficit fiscal. La pregunta, pues, no es si es normal que Catalunya tenga un déficit fiscal sino si es normal que el déficit sea de 1,2 billones de pesetas. Cuánto dinero son 1,2 billones de pesetas? Las magnitudes macroeconómicas, como los traspasos de los futbolistas, son tan grandes que a menudo se nos hace difícil entender la dimensión real. (Puesto que hablamos de futbolistas, hace falta recordar que el traspaso del Ronaldo al Inter se hubiera podido evitar, con 4.000 millones de pesetas. Es decir, con 1,2 billones de pesetas los catalanes nos podríamos comprar 300 Ronaldos cada año!) Una manera sencilla de cuantificar la magnitud del déficit fiscal de manera entendedora es calcular cuanto pagamos cada uno de nosotros. Si hacemos los cálculos, encontraremos que un déficit de 1,2 billones de pesetas representa una media de 800.000 pesetas anuales por familia. Dicho de manera sencilla, pues, se puede decir que la familia típica catalana envía en Madrid unas 800.000 pesetas cada año (unas 66.000 pesetas cada mes)...a cambio de nada. Preguntaos qué haríais con 800.000 pesetas adicionales cada año! Preguntaos qué haríais con 66.000 pesetas cada mes! Comprar una casa más grande? Comprar un coche pequeño cada dos años? Comprar un coche grande cada 5 años? Traer toda la familia a Disney World (el de Florida, no el de París) cada año? Trabajar menos? Llevar a los niños a las mejores escuelas? Curar al abuelo en los mejores hospitales? "No seáis demagogs!", exclamarían ahora los detractores, "No digáis esto puesto que, si se eliminara el déficit fiscal, no es cierto que la familia típica recibiría un cheque de 800.000 pesetas cada año!" Y los detractores estarían equivocados: si los catalanes tuviéramos poder de decisión sobre como gastar este dinero podríamos decidir, por qué no?, rebajar los impuestos que pagamos, lo cual aumentaría los ingresos limpios de la familia típica catalana en unas 800.000 pesetas cada año. Ahora bien, si los catalanes pudiéramos decidir qué hacer con todo este dinero que ahora marcha a Madrid (...a cambio de nada), seguramente no decidiríamos bajar los impuestos. Seguramente los utilizaríamos por hacer obras públicas, aeropuertos, hospitales, escuelas, universidades y otras cosas que el país necesita. Qué se podría hacer con 1,2 billones de pesetas anuales? Un ejemplo que ilumina bastando el significado real de la cifra de 1,2 billones de pesetas nos lo da uno de los milagros urbanísticos más impresionantes que se han visto en la última década: la transformación de Barcelona durante los Juegos Olímpicos del 1992. Barcelona pasó de ser una ciudad gris, sucia, mal comunicada y con poca infraestructura hotelera a ser una ciudad nueva, limpia, guapa y atractiva turísticamente. Esta casi milagrosa transformación, no tan sólo ha permitido a todos los ciudadanos disfrutar de una ciudad mejor sino que ha aumentando el atractivo de la ciudad para turistas y conferenciantes, cosa que está generando mucha riqueza adicional. La pregunta es: cuánto dinero costó todo este cambio? Pues bien, si sumamos todos los gastos relacionados con las olimpiadas (infrastructures, aeropuerto, rondas, netejament de fachadas, calles, estadios, Villa Olímpica, Puerto Viejo, Puerto Olímpico, etc.), obtenemos un coste total de 800.000 millones de pesetas. Es decir, si en lugar de enviar anualmente los 1,2 billones de pesetas en Madrid (...a cambio de nada), los dedicáramos a inversiones dentro de Catalunya, entonces cada año podríamos hacer un milagro similar al que hemos hecho con Barcelona y todavía nos sobrarían 400.000 millones pesetas para construir un parque como Port Aventura-Universal Studios y 40 parejas de hermanos De Boer cada año! Lógicamente, con los 1,2 billones de pesetas quizás no querríamos hacer unas olimpiadas cada año, bajar impuestos, comprar autopistas, construir parques de atracciones o adquirir parejas de hermanos De Boer. Durante los próximos cinco años, los catalanes enviaremos en Madrid unos 6 billones de pesetas. Poner las infraestructures viarias (carreteras, puertos, aeropuertos) a nivel mediano europeo costaría unos 1,5 billones de pesetas. Recuperar el nivel de infrastructures culturales y escolares (escuelas, universidades, patrimonio histórico) costaría 1 billón. Absorber el déficit sanitario (eliminar colas a la sanidad, construcción de áreas básicas sanitarias) podría costar 800.000 millones. Crear estructuras de calidad y de apoyo a la economía productiva (búsqueda y desarrollo, comunicación, apoyo a las pymes) costaría otro billón. Sumado todo, vemos que la eliminación del déficit podría comportar que Catalunya se pusiera a nivel europeo en cuestión de cinco años, y todavía nos sobrarían unos 1,7 billones para rescatar las autopistas, bajar los impuestos o ser solidarios con las regiones pobres de España o Europa. Lo que es importante entender es que la magnitud del déficit fiscal que Catalunya tiene con España es exorbitante y desmesurada y que si se invirtiera este dinero en Catalunya, el panorama económico de nuestro país cambiaría de manera radical.

Porque se produce el déficit fiscal?
Hasta cierto punto, el monumental déficit fiscal de Catalunya no es fruto de una decisión consciente del gobierno de Madrid que dice: "tomaremos 1,2 billones de pesetas de los catalanes y los daremos a las comunidades españolas". Catalunya forma parte del sistema fiscal español y, por lo tanto, estamos sujetos al mismo sistema de impuestos. Es decir, si un ciudadano de Extremadura cobra lo mismo que un ciudadano de Catalunya, pagará los mismos impuestos. Desde este punto de vista, pues, no se puede decir que el ciudadano catalán esté discriminado. Ahora bien, como que el ciudadano típico catalán gana más que el ciudadano extremeño, paga más dinero en impuestos puesto que el sistema impositivo español es progresivo (y decimos "hasta cierto punto" porque los catalanes debemos tener poder de decisión sobre los impuestos que queremos pagar. Nosotros, como país, debemos poder regular al menos una parte importante de los impuestos que nuestras familias, nuestras empresas y nuestros trabajadores pagan puesto que esto afecta no sólo el bienestar de nuestro pueblo sino la productividad de nuestra economía.)
El tema del gasto y la inversión pública, sin embargo, es bien diferente. El gobierno central tiene la capacidad de decidir si hace gastos e inversiones públicas en un pueblo o en otro, en una ciudad u otra, o en una comunidad u otra. Y es esta discrecionalidad la que genera déficits fiscales más o menos grandes y la que puede dar lugar a agravios comparativos. Tal y como pasa en el ejemplo del pueblo que hemos mencionado antes, si el gobierno cobra de todos los ciudadanos pero hace un gasto desproporcionadamente elevado en las regiones que le interesa (por razones electorales o por simple favoritismo), entonces se pueden producir déficits fiscales injustos e inaceptables. Y esta es la situación que genera el déficit fiscal catalán. Por ejemplo, pese a que Catalunya tiene el 16% de la población estatal, representa el 20% del PIB y aporta el 23% de los impuestos, la inversión regionalizada del Estado en Catalunya, en la etapa 1982-1998, ha significado tan sólo el 8,5% del total. Y es este trato discriminatorio la causa principal del espectacular déficit fiscal catalán.
En Dos Palabras: Injustificable
Una vez explicado qué representa tener un déficit de 1,2 billones, nos debemos preguntar si esta situación es normal, justa o justificable. Ya hemos dicho que es normal que las comunidades ricas tengan déficits fiscales. Por lo tanto, en la medida que Catalunya es relativamente rica y que es parte de España, será normal que Catalunya tenga un déficit fiscal. La pregunta, pero, no es si se puede justificar que Catalunya tenga un déficit fiscal en España, sino si es justo que la dimensión de este déficit se acerque a los 1,2 billones de pesetas. Algunos políticos y medios de comunicación han intentado justificar esta magnitud de diferentes maneras que pasamos a discutir.
Primera "Justificación": El Déficit es Normal en un Contexto Internacional
Una manera de justificar el déficit fiscal catalán es decir que hay muchas regiones europeas que tienen déficits fiscales similares. Normalmente, quienes argumenta esto dan algunos datos de regiones ricas alemanas y muestra que, efectivamente, tienen déficits similares. La comparación, pero, no se debe hacer con las regiones ricas de Alemana sino con las regiones europeas que tienen un nivel de riqueza similar al de Catalunya, y esto es lo que hacemos en el Cuadro 1. En la primera columna se ve la renta por persona de cada comunidad. Vemos que, si ponemos que Europa tiene una renta mediana de 1, Catalunya tiene una renta de 0.93. Es decir, la renta por capita catalana no llega a la media europea! Las regiones que tienen una renta más o menos similar son las listadas a la tabla. Por ejemplo, la Aquitània francesa tiene una renta algo superior a la nuestra mientras que la región de Mediodía-Pirineo francesa tiene una renta algo inferior. La segunda columna muestra el déficit fiscal que cada una de estas regiones tiene con sus gobiernos respectivos como porcentaje de su PIB. Como ya hemos señalado, el déficit fiscal de Catalunya respeto al de España está cerca del 10% del PIB (un número negativo significa déficit, mientras que un número positivo significa superávit fiscal). Vemos que, de las 14 regiones mostradas, 9 tienen un superávit fiscal. De las restantes, ninguna región tiene un déficit superior al 3% del PIB y sólo dos regiones tienen un déficit superior al 2%. Un déficit fiscal en Catalunya que ronda el 10% del PIB, pues, no se puede justificar de ninguna forma si hacemos una comparación internacional con las regiones europeas de renta similar.
PIB per Càpita (UE=1) Saldo Fiscal
(% del PIB)
Catalunya 0.93 -9.76%
Aquitània (França) 0.95 2.31%
Migdia-Pirineus (França) 0.9 5.21%
Provença-Alps (França) 0.95 1.30%
Abruços (Itàlia) 0.91 13.65%
Úmbria (Itàlia) 1 1.08%
Suècia Oest (Suècia) 0.95 -1.22%
Suècia Sud (Suècia) 0.94 0.73%
Yorkshire (Regne Unit) 0.91 0.44%
East Midlands (Regne Unit) 0.93 -0.46%
South West (Regne Unit) 0.94 0.29%
Escòcia (Regne Unit) 0.97 5.49%
Rheinland-Pfalz (Alemanya) 1.01 -2.92%
Niedersachsen (Alemanya) 1.04 -1.13%
Lisboa-Vale do Tajo (Portugal) 0.94 -1.95%

CUADRO 1: DÉFICIT FISCAL Y PIB DE REGIONES EUROPEAS COMPARABLES en CATALUNYA. Fuennte, "Catalunya y España: una relación fiscal a revisar" página 145, Òmnium Cultural, Editorial Proa, 1998 .
Podríamos comparar cada región de Europa, no con la media europea sino con la media de las regiones del estado al que pertenece. En este sentido, Catalunya tampoco sale demasiado bien parada. La renta por càpita catalana es el 20% más alta que la media española. Entre las regiones que tienen un 20% de renta más que la media de sus países hay la Isla de Francia, la Emilia-Romaña y la Lombardia italianas, Baviera y Baden-Württemberg alemanas, el South East británico y Estocolmo sueco. Pues bien, entre todas estas regiones, sólo las dos italianas tienen déficits fiscales comparables a los catalanes (y todos sabemos de las quejas que la Lombardia italiana hace de los excesivos déficits fiscales en relación a Italia).
Sin dejar las comparaciones internacionales, hay quienes dice que es normal que en España haya más redistribución porque los "desequilibrios regionales" en España son más grandes que los de otros países europeos. Esta afirmación tampoco se ajusta a la realidad. Un estudio de la Comisión Europea calcula una medida de tales "desequilibrios regionales" y muestra que el país más "desequilibrado" es Alemania con un coeficiente de 32,7, seguido de Francia (27,2), Italia (24,5), Reino Unido (19) y España (15). Por lo tanto, las comparaciones internacionales de desigualdades de rentas regionales no justifican el colosal déficit fiscal catalán.
Segunda "Justificación": El Dèficit nos Interesa para Financiar el Superàvit Comercial.
Una segunda justificación a menudo apuntada por economistas y observadores dice que el déficit fiscal es bueno para Catalunya puesto que potencia las ventas de productos catalanes en España. Este argumento se expresa de diferentes maneras. Todos hemos oído decir: "Como que España es el principal mercado de los productos catalanes, el déficit fiscal beneficia la industria catalana porque aumenta el nivel de vida de nuestros principales compradores", "no se puede hablar de déficit fiscal sin tener en cuenta la balanza comercial", o bien "Catalunya no se puede quejar del déficit fiscal y no mirar las ganancias que obtiene de vender al mercado español". Pese a que estos argumentos están a menudo rodeados de una retórica económica que los hace parecer ciertos, son argumentos absolutamente insostenibles: a Catalunya NO le interesa tener un déficit fiscal por financiar un superávit comercial. Vamos por partes.
La balanza comercial es la diferencia entre el que Catalunya vende en España y lo que España vende en Catalunya. Como que Catalunya vende a España más que no compra, se dice que Catalunya tiene un superávit comercial. Justo es decir que cuando los consumidores españoles compran productos catalanes lo hacen de manera voluntaria e intercambian su dinero por mercancías catalanas: el dinero va de España a Catalunya y, a cambio, las mercancías van de Catalunya a España. Hay gente que, siguiendo este razonamiento, cae en la tentación de decir: si los españoles no tuvieran dinero, no nos comprarían productos. Y esto es bien cierto. Lo que no es cierto, es que esto quiera decir que nos interese darles dinero (a cambio de nada) para que nos puedan comprar: a ningún tendero catalán le interesa salir a la calle a regalar billetes de mil para que la gente entre a comprar sus productos. Es cierto que si lo hiciera vendería más. Pero no es cierto que le interese. Y no le interesará por dos razones. Primera, si regala dinero a la primera señora que pasa, no tiene ninguna garantía que esta señora gastará dinero en su tienda (los españoles pueden decidir NO gastar el dinero que les regalamos en productos catalanes. De hecho, ellos se gastan una parte pequeña de su dinero en productos catalanes, y cuando regalamos 1000 pesetas ellos sólo se gastan 100 en Catalunya, el negocio ya no parece tan bueno).
Segunda, incluso en el supuesto de que se gasten todo el dinero en nuestros productos no nos interesaría regalarles el dinero. ¿Cree alguien que a alguna tendera le interesa regalar 10.000 pesetas a cambio que la persona que recibe el regalo se gaste las 10.000 pesetas comprando unos pantalones? Claramente no, puesto que la tendera debe calcular que, antes del regalo, tiene 10.000 pesetas más unos pantalones. Tras la operación sólo tiene las 10.000 pesetas por lo cual, en el total de la operación, no sólo no ha ganado nada si no que, además, ha perdido los pantalones! Puede que le guste regalar pantalones, pero de ninguna forma es cierto que le interesa regalar dinero para aumentar las ventas. Lo que sí es cierto es que a los catalanes nos interesa que nuestros clientes sean ricos. Todos los comerciantes saben que venden más si los clientes tienen dinero. Ahora bien, qué hacen los comerciantes cuando los clientes no tienen dinero y quieren vender? Pues dan un crédito. Y si Catalunya quiere vender productos a ciudadanos españoles y estos no tienen dinero, lo que nos interesaría hacer no es darles dinero a través de déficits fiscales sino hacer préstamos. Si lo hiciéramos así, los flujos comerciales entre Catalunya y España serían idénticos a los que hay ahora. La diferencia es que al final de la operación los catalanes seríamos los propietarios de unos activos financieros que los españoles nos deberían devolver. Los catalanes podríamos ser los propietarios de innumerables negocios por toda España. Es más, Barcelona podría ser el centro financiero europeo que no es, a diferencia de Milán o Frankfurt (dos ciudades que, como Barcelona, no son capitales de Estado y son centros financieros importantes).
En definitiva, pues, el déficit fiscal no se puede justificar con el argumento de que nos interesa para ampliar nuestros mercados. Quizás querríamos tener déficit por otras razones, pero no porque nos interese económicamente.

Tercera "Justificación": Catalunya tiene una Deuda Histórica que debe Retornar
Una tercera justificación que a menudo se propone para la existencia de un déficit fiscal de 1,2 billones de pesetas dice que la industria catalana se desarrolló en el siglo pasado y principios de este (XX) gracias al proteccionismo del gobierno español: el gobierno español cerraba las fronteras y no dejaba que los productos de otros países europeos entraran en al mercado español, cosa que daba un privilegio a los productos catalanes. Gracias a esto, diría el argumento, la industria catalana se desarrolló y Catalunya adquirió una deuda histórica con España. El déficit fiscal, dicen los defensores de esta idea, es una compensación por esta deuda adquirida. Desafortunadamente, este argumento tampoco justifica un déficit fiscal d’1,2 billones de pesetas por varias razones. Primera, es cierto que la industria catalana se desarrolló en la época en qué España era proteccionista. Ahora bien, esto no quiere decir que se desarrollara gracias al proteccionismo español. De hecho, otras muchas industrias de otros muchos países se desarrollaron justo al mismo tiempo. Quiere decir esto que le deben dinero al gobierno español? Segunda, más importante que las industrias que se desarrollaron en cualquier parte del mundo, es interesante ver las que NO se desarrollaron. Al fin y al cabo, el proteccionismo español protegía tanto los vendedores catalanes como los castellanos o extremeños. Cómo es que en estos otros lugares no se desarrolló la industria tanto como en Catalunya? No será que, más que el proteccionismo del gobierno, el que desarrolló la industria catalana fue la iniciativa y la creatividad del empresario catalán y la fuerza del trabajador catalán? Si es así, a santo de qué tenemos una deuda histórica? Tercera, además de una política proteccionista, el gobierno español de la época tenía otras políticas económicas, muchas de las cuales
perjudicaban ostensiblemente a Catalunya. Dos ejemplos son los elevados impuestos de transmisiones patrimoniales y el descarado favoritismo por las grandes industrias y monopolios que perjudicaban la pequeña empresa catalana. Quizás en lugar de decir que la industria catalana nació y creció gracias al gobierno español deberemos decir que lo hizo pese al gobierno español. Cuarta, ya hemos señalado que es normal que Catalunya tenga un déficit fiscal porque es una comunidad rica. Lo que hace falta justificar es que el déficit sea de 1,2 billones y no hay nada en el argumento del "deuda histórica" que nos ayude a justificar esto. Es decir, suponiendo que tengamos una deuda histórica, por qué debemos pagar 1,2 billones anuales y no 0,1 billones o 50 billones? Hasta que no se mesure correctamente la deuda histórica no podemos decir qué es el pago "justo" que debemos hacer por devolver la supuesta deuda y, por lo tanto, este argumento es poco útil como justificación de la magnitud de nuestro déficit fiscal.
Cuarta "Justificación": Catalunya debe ser Solidaria con las Regiones Pobres de Espanya

Hay quien dice que tenemos un déficit fiscal, "no porque nos interesa para ampliar mercados, ni porque tengamos una deuda histórica, sino porque queremos ser solidarios con nuestros compatriotas ‘menos afortunados’. Al fin y al cabo, a nadie le gusta vivir en un estado donde las diferencias de riqueza son muy grandes. Y el déficit fiscal es una manera de reducir estas diferencias que hay entre las regiones españolas". En este sentido, los defensores del concepto de solidaridad entre comunidades autónomas dirían que no es que Catalunya dé 1,2 billones de pesetas a cambio de nada, sino que las da "a cambio de formar parte de una sociedad unificada que se llama España". Este argumento tampoco justifica el déficit fiscal que Catalunya mantiene con España. Para empezar hace falta recordar que el concepto de solidaridad se tiene que aplicar con las personas y no con las regiones o las comunidades autónomas. En este sentido, vale la pena recordar que, aun cuando es cierto que hay diferencias de renta mediana entre Catalunya y otras comunidades del Estado español, también es cierto que estas diferencias son mínimas si las comparamos con las grandes diferencias que hay entre las personas de dentro de Catalunya. Catalunya es de las comunidades donde la renta por càpita antes de impuestos y transferencias es más igual. Ahora bien, una vez contados los impuestos y las transferencias, la renta por cápita entre las personas en Catalunya es de las más desiguales de España, lo cual quiere decir que los impuestos pagados por los catalanes ricos van a parar a los ricos de otras comunicados y no a los pobres de Catalunya. De hecho, los estudios económicos indican que si elimináramos las diferencias de renta entre las comunidades españolas, sólo eliminaríamos el 11% de las diferencias de renta entre personas. Si lo que queremos es combatir la desigualdad de renta entre las personas, entonces lo que deberíamos hacer es invertir 1,2 billones de pesetas en las zonas más pobres de Catalunya y no regalar el dinero a otras comunidades para qué estas se lo puedan gastar en ampliar todavía más sus sobredimensionadas burocracias. Segunda, la solidaridad es un concepto que a menudo se emplea sin entender demasiado bien qué quiere decir. La solidaridad es cuando una región A (Catalunya) ve que las regiones B y C con quien se siente identificada (por ejemplo, las regiones de España), están en una situación mala o desesperada y decide voluntariamente darles dinero aún a sabiendas de que recibirá ayuda de estas regiones, que devolverán el favor cuando la situación se invierta. Hay cuatro aspectos de esta definición que hace falta resaltar: (1) los catalanes se deben sentir identificados con los españoles en un proyecto común de estado, (2) los catalanes deben ver que España está en una situación mala o desesperada, (3) los catalanes deben decidir dar el dinero de manera voluntaria y (4) los catalanes deben saber que, de tanto en cuanto, la solidaridad se producirá también a la inversa. Diferentes ciudadanos de Catalunya se sienten identificados con España de maneras diferentes, por lo cual sería inútil discutir aquí si "el pueblo" catalán se identifica o no con el español. Lo que está más claro es que se hace difícil argumentar que España se encuentra en una situación mala o desesperada, cuando algunas de sus comunidades deciden de manera unilateral adoptar medidas tan caras como la jornada de 35 horas, el aumento de las pensiones de sus ciudadanos o la medicamentada. Los aspectos de voluntariedad también son importantes puesto que no sólo no se ha preguntado nunca a las familias de Catalunya si realmente quieren dar 66.000 pesetas cada mes...a cambio de ser solidarios, o si prefieren dar sólo 10.000 o, como dice el anuncio, 100 pts al día. Y finalmente, la solidaridad es un concepto que funciona en las dos direcciones mientras que la situación española en los últimos 60 años sólo parece ir en una dirección: unos siempre salen ganando y los otros siempre salen perdiendo. ¿Cómo es que los españoles no son solidarios con los trabajadores catalanes que deben pagar peajes para ir a trabajar?, ¿Cómo es que el gobierno de Madrid no es solidario con el pueblo catalán cuando ve que las multinacionales cinematográficas ignoran y maltratan nuestra lengua? Tercera, se debería pensar que dos de las condiciones para describir la situación actual como "solidaridad" serian que, como mínimo, se reconociera que el esfuerzo existe haciendo públicos los datos que, por ahora, el gobierno español intenta esconder y que no se acusara los catalanes de "robar" el dinero de los ciudadanos del Estado Español, tal y como creía la señora entrevistada por TVE1 que ya hemos mencionado! Cuarta, un problema con las "ayudas" interregionales es que no parece que funcionen demasiado bien. Los estudios recientes de la evolución de las economías regionales de la comunidad europea, los Estados Unidos o Canadá demuestran que las "donaciones a cambio de nada" como las que representan los déficits fiscales no han servido por reducir las disparidades entre las regiones. De hecho, a partir de la introducción de los fondos de cohesión europeos (fondo que se crearon, precisamente, por hacer que las regiones más pobres de Europa convergieran hacia las más ricas), el proceso de convergencia real se ha parado. Otros estudios muestran que incluso quizás se debería hacer lo contrario: la mejor manera de que las comunidades del sur de España vayan bien es que Catalunya vaya bien, puesto que es el motor económico del Estado. En este sentido, regalar 1,2 billones de pesetas cada año puede ser malo tanto para CAtalunya como para estas comunidades.
Pero el problema principal de la justificación del déficit en términos de "solidaridad" es que en ningún diccionario aparece la definición de solidario atada al número 1,2 billones. Ya hemos dicho que nadie discute que Catalunya debe mantener un déficit fiscal con España porque es una comunidad relativamente rica. Lo que estamos intentando averiguar, por lo tanto, no es el signo sino la magnitud que debe tener nuestra balanza fiscal. Decir que Catalunya debe ser solidaria no justifica que el déficit sea de 1,2 billones y no de 0,5 billones o incluso 0,1 billones de pesetas. Quienes defienda la idea de que Catalunya debe ser solidaria nos tiene que explicar cómo el concepto de solidaridad justifica uno saldo de 1,2 billones y no cualquiera otra cantidad. Y esto no lo ha hecho nadie.
El Coste Real del Déficit
El déficit fiscal de Catalunya con España representa un importante drenaje de recursos que tiene unos costes sociales y económicos que pueden llegar a ser muy importantes. En la vertiente social, a menudo se dice que el déficit hace que Catalunya sea solidaria con las comunidades del Estado español y se olvida que en Catalunya mismo hay mucha pobreza. Cáritas estima que en Catalunya hay 900.000 personas que viven en situación de pobreza. Las encuestas de presupuestos familiares encargadas por el gobierno español señalan que las provincias más ricas y más industriales es dónde hay más bolsas de pobreza. En este sentido, la sociedad catalana debe poder escoger ser solidaria con la gente de casa antes de serlo con la gente de fuera. No es justo que el dinero que debería servir por ayudar a los catalanes con menos recursos acabe financiando burocracias sobredimensionadas a de otras comunidades. En el plan económico, la creación del euro ha eliminado la última red de protección económica que tenía el gobierno: la política monetaria. A partir de ahora, las empresas, los trabajadores, los consumidores y todos los ciudadanos de Catalunya deben competir en Europa a sabiendas de que, cuando las cosas no vayan bien, la política monetaria no podrá salvarlos. Por lo tanto, pese a que el euro representará muchos beneficios en Catalunya, también introducirá grandes retos que nos obligarán a ir con mucho cuidado. Es cierto que empresarios, trabajadores, consumidores, políticos, estudiantes, investigadores y todos los ciudadanos de Catalunya habrán de hacer esfuerzos para que el país pueda competir. Y también es cierto que el gobierno de Catalunya debe garantizar a los ciudadanos que podrán competir en igualdad de condiciones. En este sentido, es el gobierno quien debe garantizar que las infraestructuras y los servicios públicos de qué disfrutan los catalanes están a la altura de aquellos de los que disfruta la competencia europea.
Los últimos estudios económicos muestran que nos estamos quedando atrás: líneas de metro que nunca se construyen, trenes de alta velocidad que nunca llegan, tercera pista en el aeropuerto que nunca empieza, ampliación de los puertos más importantes que no se acabarán hasta el 2010, desdoblamiento de carreteras congestionadas que no se llevan a cabo, rondas colapsadas pocos años después de ser construidas y universidades infradotadas que no pueden ofrecer lo que la industria necesita son sólo algunas de las señales de alarma que nos avisan de que podríamos estar empezando a perder el tren de Europa. Ya hemos dicho que la eliminación del déficit nos podría poner a nivel europeo en todos estos ámbitos en cuestión de cinco años. El actual déficit fiscal está ahogando la economía catalana, pero lo más curioso del caso es que también puede estar perjudicando seriamente la economía española puesto que Catalunya es el motor económico del Estado. Estrangular la economía catalana es como matar la gallina de los huevos de oro. Algunos observadores dicen que la solución al problema fiscal es la de dejar los impuestos tal y como están y que el gasto público por habitante sea la misma en todo España. Como que, en la actualidad, el gasto por habitante que hace el gobierno central en Catalunya está por debajo de la que hace en el resto de España, esto sería, ciertamente, una buena manera de empezar. Pero no seria la solución a los problemas de Catalunya.
Para empezar, las zonas donde hay más actividad económica necesitan más infraestructures públicas (si hay más camiones, se necesitan más carreteras). Por lo tanto, la igualación del gasto por habitante traerá deficiencias crónicas a las zonas, como Catalunya, donde hay más actividad. Más importante todavía, en un mundo de libertad y democracia como el que vivimos, todo individuo debe tener el derecho de decidir si quiere traer sus niños a una buena escuela o si quiere traer los abuelos a un buen hospital cuando estos se ponen enfermos, siempre y cuando se lo paguen ellos mismos. De manera similar, una sociedad como la catalana debe tener el derecho de decidir si quiere tener un buen sistema de escuelas públicas, unos buenos hospitales, unas buenas universidades, unos buenos aeropuertos, unas pensiones más decentes y una gran red de carreteras si, como sociedad, así lo quiere y se lo puede pagar. Para conseguir esto, una sociedad necesita tener poder de decisión sobre qué y cuántos impuestos recaudar y sobre como administrar el propio gasto pública. Catalunya, y esto no lo negamos, debe ser solidaria y ayudar a pagar los gastos que el gobierno del Estado debe hacer e incluso tiene que ayudar a las regiones más pobres del estado. Una vez hecho esto, pero, los catalanes debemos tener la libertad de decidir cuántos impuestos adicionales pagaremos y como gastaremos el dinero recaudado. Porque los catalanes debemos poder tener, si así lo decidimos y si lo queremos y lo podemos pagar, las mejores escuelas de España, los mejores hospitales de Europa, y las mejores universidades del mundo. También debemos poder decidir que nuestros abuelos cobren unas pensiones superiores a las que cobran otros abuelos de otros lugares y debemos poder entrar al Siglo XXI, el siglo de la globalización, en condiciones que nos permitan, no sólo sobrevivir, sino competir en igualdad de condiciones con franceses, alemanes, japoneses y americanas.
Por todo esto, los catalanes debemos pedir que una parte más grande del dinero que nuestros ciudadanos, nuestros empresarios y nuestros trabajadores generan con su esfuerzo se queden en Catalunya y se utilicen en beneficio del pueblo catalán. No se trata de un problema folclórico. Se trata de nuestro futuro y de la supervivencia de nuestra economía y de nuestro pueblo. CATALUNYA RECLAMA LA JUSTICIA FISCAL!